jueves, 13 de agosto de 2009

Acto tercero, en donde Santorcaz sigue con su oficio y otras cosas que sucederan


¿Que le haga un corte de pelo?, eso está hecho caballero. Veo que luce linda melena, greñosa, pero linda melena. Y quiere que le recorte un poco… yo la verdad, no quiero ofender, mas si le corto el pelo que rodea sus orejas… parecerá usted un cerdo, es más cuando agache la cabeza se tapará los ojos. Mi especialidad es aconsejar. Yo le aligeraría un poco el flequillo a riesgo de que le vean la espesa mata de lentisco que usted tiene por ceja, única ceja. Y el pelo me lo trataría con un tónico que traigo especialmente para los pelos que no conocen orden. Está fabricado con flores de las selvas de Arabia. Y convierte el pelo que huele como un sayo apulgarado, en las sábanas de una princesa. Créame vuestra merced cuando le digo que todas las mozas se le tirarán a los pies. Pasará usted de ser un andrajoso que apesta, a un apuesto caballero. Eso sí, el tónico es algo caro, nada menos que un real de a ocho.

¡Butarelli! Algo más de vino, por Dios santo, que no soy infiel.

¡Por Dios, caballero! ¿Que le saque el único diente que le queda? Entonces su boca parecerá el culo de una chiva. De cierto le digo que en el futuro, mire vuestra merced lo que le digo, en el futuro nosotros los barberos fabricaremos dientes y dentaduras para las encías sedientas. Seremos nosotros y no los médicos. Ellos seguramente se habrán especializado en matanzas y chacinas. Escriba esto que le digo en piedra y verá como se ha de cumplir.

¡Butarelli! Unos huevos fritos, algo de jamón, no lo digo yo, lo dice mi estómago que me está torturando.

No me extraña que le duela la encía noble caballero. Si tiene en la boca más llagas que cristo y la blanca lengua parece el capirote de un san benito. Su boca ya no es boca, el Neguijón harto de hacer por aquí de las suyas la va transformando en una inmensa fístula. Pero aquí tengo yo hierbabuena y un bebedizo fabricado en la Atlántida por alquimistas… mongoles. No, no es barato, figúrese vuestra merced el camino tan largo que ha tenido que hacer un judío para traérmelo. Por cierto, fue llegar y atraparlo la santa inquisición. De modo que nunca más dispondré de tan preciado tesoro. Mas me debo a mi noble profesión y como siento compasión por todo aquel que padece, yo se lo venderé, no, no tiene vuestra merced que darme las gracias, entre cristianos es lo justo. Ya lo dijo nuestro señor: … Comparte con el próximo como contigo mismo.

¡Butarelli! ¿Pero esto qué es, jamón o cuero? Tráigame el mejor pollo que tenga en el corral.

---------------------------------

Estaba la duquesa de Piedrabuena más que espantada viendo a Santorcaz metiendo sus dedos sucios en la boca del más sucio parroquiano de la hostería, que entre exploración y exploración los sacaba llenos de baba maloliente y refregándoselos en su vestimenta procedía a comer las no menos sospechosas vituallas que le acercaba Buttarelli.

Tomando coraje, fuerza y valor, atributos que no le faltaban, la mujer se acercó al barbero y sacamuelas, muy intrigada con el tónico para el cabello que según el personajillo estaba fabricado con flores traídas de Arabia. La sola mención de lo que consideraba una exquisitez, hizo que dejara de lado el asco que le producía el hombre para preguntarle si disponía de algún frasco que pudiera venderle.


Perdonad barbero, pero no pude dejar de escuchar el consejo que le habéis dado al caballero de los pelos enjutos. Pues quisiera saber si podríais facilitarme uno de vuestros frascos de tan maravilloso tónico, os pagaré como corresponde que para eso están mis escuderos bien atentos en cuidar de mis bienes.
Así como me veis con tan magnífico peinado recogido, mi cabellera sufre la afrenta de estar plagada de innumerables visitantes, piojos que le dicen… y es ése justamente el motivo porque la llevo de esta manera. Si fuerais tan amable de atenderme más luego, os recompensaría con creces, no lo dudéis, que estos piojos me vuelven loca y ya he perdido dos uñas de tanto rascarme. ¿Queréis ir viendo para ahorraros tiempo?

Y diciendo esto, con hábil manos procedió a desanudar aquel peinado infernal, donde a medida que iba soltando el cabello, caían sobre el barbero y su plato, una nube de piojos y otras alimañas que el sorprendido truhán no supo siquiera qué eran.
De este modo quedóse tan pasmado Santorcaz por la dama, como la dama por él, que como dice el refrán, se asustaba el muerto del degollado, pues no se sabía quién de ambos era más asqueroso.

-----------------------------------

Entre el asombro del barbero y de los allí congregados ante la fauna de la cabeza de la duquesa de Piedrabuena. Vino a colarse en la hostería el ser más soso del mundo, su estatura no llegaría al metro y palmo, y tan mal traído que tal parecía un pordiosero o haber sido atacado por una fiera hambrienta. Traía consigo unos sacos, teniendo en ellos algo que se movía.

¡A paz de Dios! Mi nombre es Diego Cerrojo Cienfuegos, y vengo de México, de allí traigo estos frutos que son dulces como los besos de una moza. No los doy a prueba porque las cosas buenas no son para catarlas sino para comerlas y en paz. Como ya he dicho esta es la fruta más dulce que Dios inventó y como no quiso el creador en su obra hacer nada perfecto del todo, la mandó cubrirse con un manto de pinchos que son finos mas no por ello menos molestos. Y como son dulces no les he puesto otro nombre que Higos y Chumbo por yo que sé que me dijo un indio y me cobró y todo por la explicación. También me dijo que tuviese cuidado con la ingesta, por no sé qué motivo, yo los he traído para hacer negocios y sólo uno he probado, por no estropearme yo solo el negocio. Y a mí cierto que no me pareció peligroso ni leches. Así que si sus mercedes gustan baratos los dejo.

También traigo carga viva, animales de esos que pavos llaman y que a mí se me atontan en nombrar como Chochoviejas, pues ya veremos cual de los dos se ha de quedarle.

¡Oh, mi señora! ¡Qué desolación! Descubro su cabeza y muero de pena. La más fermosa entre las hermosas, dulce enemiga mía. Cierto es que los piojos van en manadas, mas se deben a tan dulce sangre. ¿Acaso si se tratase de mala o contaminada, se acercarían de este modo? Yo he tenido que limpiar de ladillas las más altas camas. ¿Por qué había de extrañarme por unos animalillos que vienen buscando la querencia? Acaso yo mismo no ha de envidiarles en este mismo momento. Mas no se preocupe que he inventado un bálsamo que en el futuro su sola mención se ha de ligar irremediablemente con la muerte de los piojos. Tendré que mojarle los cabellos negros en este aceite, y cubrírselo con un paño que aquí traigo, y que está fabricado con la seda de las famosas lombrices de la seda. No se espante usted mi buena señora que yo le magree ya que es el masaje lo que ha de aliviarla de esos cuatreros. A los que eliminaré, no por deber, sino por celos.

Volviéndose a Diego Cerrojos.

Señor, sí a usted, tenga a bien venderme uno de esos higos. ¡¿Cuánto ha dicho?¡ Espero que al menos sean tan dulces como usted los presume.

El barbero probó un higo chumbo y como lo encontró tan de su agrado y viendo que había hecho dinero para permitirse más, continuó comprando. De vez en cuando los empujaba con vino barato que Butarelli vendía como sangre de Cristo. De este modo tenemos granada, mecha, no nos falta sino la chispa.

24 comentarios:

  1. ¡Aaay mi Dios! Nunca me pondría en manos de Santorcaz, no sea que el bandido me peine las encías y me extraiga los cabellos, jajjaja.

    Excelente don Manuel, estamos al ver cómo continúa esta historia.

    Cariños.

    ResponderEliminar
  2. ¡Fabricado con flores de la selva de Arabia!
    Este se parece al cuñado de Bush,
    embajador de EE. ¡huuuuuu! en España que decía que le gustaba mucho Granada, de cuando él la había visitado en las islas caimanes o algo así.
    fenomenal relato,¡ja,ja'ja! Cuídome yo de caer en manos de semejante dentista.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  3. ESTE DENTISTA ES EL MEJOR DEL MUNDO MUNDIAL...SIEMPRE ME DIBUJA UNA SONRISA Y ESO NO SE PAGA CON NA DE NA!!!!!!!

    GRACIAS.

    ResponderEliminar
  4. JAJAJAJA Buenísima historia, realmente ocurrente y graciosa... Felicitaciones a los autores por su talento y buen humor.

    Saludos

    ResponderEliminar
  5. Atended don Juan, Santorcaz es un bandido pero de muy merecido renombre, que si las flores no son de Arabia, serán pues de la cuna de los perfumes, de Francia, esa islilla del Mar Negro... Jajajaja

    Pero por las dudas no os dejéis tentar con su tónico.

    Os saludo.

    ResponderEliminar
  6. Con na doña Mari, con na de na, como vos lo decís.

    Seguid disfrutando de la hostería y de su maravilloso lago, donde os podéis bañar (recatadamente vestida, claro) mientras escucháis esta conversaciones. ¡OLÉ!

    De na mi arma.

    ResponderEliminar
  7. Gracias don Charly de parte de todos los conversadores.

    ¿De qué parte sois? No seréis de Gales me figuro...

    Recibid mi saludo.

    ResponderEliminar
  8. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  9. ¡Valgame Dios, Liliana de mi corazón! Al mencionar El Perfume me habéis mostrado al tal Santorcaz, ese embaucador, cuyo rostro veo ahora nítidamente recordando al monstruoso extractor de esencias elaborando sus aromas.
    Menos mal que París, capital de la Tierra de Fuego, de mi pueblo queda lejos, y no es probable, pues, que me tropiece con tal sujeto.
    En cuanto al tónico del Santorcaz,prefiero beber mercromina que comprarle su medicina.
    Beso vuestra mano

    ResponderEliminar
  10. mal rollo da ese barbero.-..

    ResponderEliminar
  11. Menos mal que os habéis percatado don Juan, dicen que el mundo es un pañuelo y que podemos encontrarnos hasta al mismo diablo aunque no queramos, de suerte que encontraros con Santorcaz bien posible pudiera ser.
    Más ahora que sabéis con que bueyes está arando, podréis hacer aire si lo vieres.
    ¡No os dejéis embaucar!
    ¡Antes dad cuenta a la Santa Inquisición, vive Dios!

    Recibid una reverencia de mi parte, caballero.

    ResponderEliminar
  12. Así parece jordim, bienvenido a la hostería.

    Cariños.

    ResponderEliminar
  13. Juan, Mari, Charly T.,Jordim... no se vayan muy lejos ya que en breve (Internet y Dios mediante) llegará a la hostería el tipo más soso y triste del mundo vendiendo cosas traídas del nuevo mundo, y de como el barbero, no podía ser de otro modo, quede prendado de la dama...

    ResponderEliminar
  14. ¡¡Aaaayyy Manuel!! ¡¡Menuda pareja harán!! Entre los piojos de la dama y el tónico del truhán... Jajajaja

    ¡Será para no perdérselo!

    Muchos cariños.

    ResponderEliminar
  15. ¿Eran Piojos? ¡Pardiez!, que por langostinos me los quiso Santorcaz vender.
    Avisado quedo, Manuel, de la llegada del ilustre marinero. Ordenes he dado a mis soldados de bañarlo con zotal apenas desembarque en la ciudad.

    ResponderEliminar
  16. Una auténtica maravilla. Pasaré a menudo.
    Un saludo de un amigo de Juan.

    ResponderEliminar
  17. Menos mal don Juan que no los habéis comprado, voto a los Santos del Cielo por la osadía de Santorcaz...

    ResponderEliminar
  18. Bienvenido g.l.r., es un gusto tenerte por aquí, las puertas de esta hostería quedan abiertas para cuando gustes pasar...

    Los amigos de nuestros amigos, también son los nuestros.

    Cariños.

    ResponderEliminar
  19. ¡¡JAJAJAJAAJA, MANUEEEEL ESO ESTUVO GENIAL!! ¡¡ME HAS HECHO LLORAR DE LA RISAAAAA!!

    ResponderEliminar
  20. ¡Muy bueno! Me estoy divirtiendo soberanamente. Estos nuevos aires le han dado nueva vida a la hostería.
    ¡Felicitaciones!

    Cariños.

    ResponderEliminar
  21. ¡¡Holaaaaaaaa Nirvana!! Bienvenida una vez más amiga. Gracias por tus elogios... ¿Verdad que pinta?

    Besos mil.

    ResponderEliminar
  22. ¡Vaya con semejante duquesa y pintoresco barbero! A Dios voto que no me moveré de la hostería ni a fuer de ser engatusado por esa caterva que allí se aposenta.

    ¡Seguid amigos! ¡No lo dudeis que tan prometedora historia ya me tiene en vilo!

    ResponderEliminar
  23. JAJAJAJAJA...CON ESTA ENTRADA NO PUEDO PARAR DE MOVERME.¿POR QUE TENDRE TANTOS PICORES?JAJAJAJA...ESTOY DE LOS NERVIOS.

    GENIAL!!!!!

    ResponderEliminar
  24. Amigas Nirvana, Linus y Mari, no os alejéis, creo que la duquesa ha de aparecer de un momento a otro y viene dispuesta a sorprendernos.
    Yo no puedo con tanta emoción, incluso he comenzado a roerme la uñas... de los pies.
    Gracias a tod@s.

    ResponderEliminar

Bienvenidos a "La hostería de Cristófano Buttarelli". Es un honor recibirlos con un vaso de tintillo y todo nuestro afecto. ¡Gracias por vuestra visita!