domingo, 30 de agosto de 2009

Septimo acto, el exorcismo y otras cosas más raras


MGS

Consideremos un detalle, un pequeño detalle que este narrador omnisciente, y para nada barroco, que podría tener el rango de dios y que se ha de conformar con la denominación de sabelotodo, se ha saltado. ¿Recuerda el trapo hecho de seda de “las lombrices de la seda”? Dicho trapo ha estado siempre ahí, aunque este narrador perdiese la noción del espacio y sus cosas, gracias quizá al ambiente erótico al que de ninguna manera se considera inmune. Ruego sus disculpas, por tanto.

Las manos de Santorcaz comenzaron su masaje antipiojos debajo del paño, continuaron hacia abajo en caída libre buscando a los piojos allá donde éstos se fueran. El fraile y el Niño del Corral, basaron su masaje en otros puntos en los que ciertamente nadie vio un ácaro, ¡miento! El torero sí, pero eran otros ácaros que por comedimiento no he de nombrar. Teniendo en cuenta estos hechos y que la duquesa se ha puesto en pie de un salto ante la proposición del Niño del Corral, y espoleada por el sonido de su faltriquera. Tomemos como referencia de nuevo al paño, el movimiento de la señora acaba de liberar a sus cabellos que si mal lo recuerdo al comienzo eran oscuros como mi futuro y ahora son dorados como la luz del amanecer. No faltaba sino que sucediese un hecho como este para que el inquisidor saltase como accionado por un resorte invisible. Demasiada tensión y muy mala compañía, pues Casiana haría huir a un cadáver y a sus gusanos.

- ¡Brujería! ¡brujería!

Hasta yo, alejado en el tiempo y el espacio, temo esas palabras salidas como saetas desde la boca de Fray Nicasio. El pobre Santorcaz al oír esto se quedó lívido, y todas esas batallitas en Flandes se le antojaron partida de cartas entre amigos, el vino barato de Buttarelli (bautizado por muchos como vino cagalón) comenzó a tirar de su carga hacia abajo y hubiese conseguido su propósito de no ser por los higos chumbos que como todos saben son todo lo contrario al vino y, por decirlo de alguna manera, atascaron la tubería. El barbero dio dos botes de dolor seguido de varios chillidos, nadie podía hacerse una idea de la batalla que se estaba librando en sus intestinos. Sin pudor alguno se bajó los calzones y de cintura para arriba se tendió en una mesa, abrió las piernas y todos se agolparon para ver qué sucedía.

- ¡Satanás! – Gritaba el inquisidor.

- No puede cagar – dijo alguien.

- La mondonga, s´alá salió la mondongadecía Casiana la cordobesa.

En efecto el esfínter anal estaba tan deformado que parecía la cabeza de un pavo, y por eso mismo y en vista de que no sabía hacer otra cosa mejor, Fray Nicasio comenzó a hacer un exorcismo.

- ¡Vade retro Satanás, vade retro! ¡agricola ara ora et labora!

- ¡Mire usted, fray como se llame que yo lo que necesito es cagar! ¡Ay, ay Dios mío! – Dijo el pobre Santorcaz suplicando.

- Rosa, rosae, alea jacta est, veni vidi vici…

Casina que no perdía la oportunidad de ver algo que le gustase se asomó por debajo de la mesa, cada vez que el barbero apretaba el vientre la parte delantera, monstruosa parte delantera se hinchaba como un fuelle.

- C´alegríiiia, cusha como se hincha. C´alegría, mira, mira prima, eso es un tronsho. Aaaay, que cooosa ma bonita – y dicho esto lanzó una mirada a los pavos.

- … nomine pater, et filis… carpe diem - proseguía Fray Nicasio haciendo caso omiso no ya a Santorcaz sino a cualquier razonamiento. Debió pensar que por ahí nacería el anticristo, por lo menos, por eso se acercó todo lo que pudo haciendo la señal de la santa cruz.

De pronto se oyó un taponazo, como las botellas de vino espumoso… ¿cómo se llama? No lo recuerdo… ¡ya! Velazquez, Diego de Silva Velazquez, la rendición de Breda la pintó Velazquez, era el pintor que olvidó Santorcaz… esto…, perdón. Proseguimos, antes de que alguien se lleve las manos a la cabeza. Se oyó el taponazo y todo se precipitó, por cercanía Fray Nicasio lo recogió todo y por no ser demasiado desagradable lo dejaremos en un menos mal el hábito no hace al monje. En tal postración quedó el inquisidor que por vergüenza se paralizó. Santorcaz, no menos avergonzado, se recompuso y sin mirar a nadie recogió su instrumental y abandonó la hostería. No pudo recoger los pavos, ya que sospechosamente habían desaparecido junto con Casiana.

Diego Cerrojo también abandonó la hostería, tomó un camino distinto, y fue a observar el resultado de la pócima inca, pues por impaciencia ya se la ha había untado. Llegó a una posada y subió a su habitación, con la luz de un candil se la vio y confirmó sus sospechas. La tenía rubia, tomó una navaja y se preparó para afeitarse semejante aberración, conforme se rasuraba se dio cuenta de que la tenía más grande, sí era muy poco casi no se notaba, pero sin duda la tenía más grande. Sonrió satisfecho, casi a carcajadas, sin duda había hecho un buen trato. Ahora su próximo viaje sería al Perú, a la tierra de los Incas, a hincarse.

Santorcaz caminaba triste, qué humillación, se había quedado sin la duquesa y sin pavos. Sintió pasos a su espalda y creyó que era el santo oficio presto a detenerle, rendido se giró y vio a Casiana con los dos pavos bajo los brazos, parecía un jarrón con dos asas. Abrió la desdentada boca y soltó una risilla concupiscente, por lo menos.

- Una´legríiiia un pavo, dos alegríiiia dos pavo, ámame musho corasón.

Casiana era fea, feísima, inenarrable y olía como una huronera, Dios no nos podía hacer a todos igual y a unos nos hace menos agraciados que a otros, pero es que con Casiana metió la pata del todo. Cualquier hombre normal hubiese renunciado a los pavos, aunque nosotros ya conocemos de sobra a Santorcaz, es hombre de negocios y él nunca, nunca deja pasar una oportunidad preciosa o mejor dicho, un trato.

12 comentarios:

  1. MANUEL, DOS COSITAS...PRIMERO: JUAN SE A MARCHADO EN BUSCA DEL CURA PARA HACERME UN EXORCISMO Y ESQUE NO VEO LAS LETRAS DEL PANZÓN DE REIR HASTA QUE A SALIDO SEMEJANTE TRANCO JAJAJAJ...Y SEGUNDO:MIL GRACIAS DE TODO CORAZÓN.

    UN BESAZO ENORME, GENIAL!!!!!!

    ResponderEliminar
  2. ¡¡BRAVOOOOOO!! ¡¡BRAVÍSIMOOOOOOO!! MANUEL ESTO ES PARA ESCRIBIR CON MAYÚSCULAS, ME HAN SALTADO LAS LÁGRIMAS DE LA RISA, LO TUYO ES UN DON, UN DON DE LA COMEDIA...

    ¡¡OLEEEEEEE Y OLEEEEEEEE MANUEL!! NO HAS PODIDO ESTAR MEJOR.

    OTRO BESAZO, COMO EL DE MARI, MAESTRO.

    ResponderEliminar
  3. Jajajaja que gracia , cada vez estoy mas enganchado a esta historia y es que no tiene despericio.Muy bien Manuel.

    SALUDOS A TODOS.

    ResponderEliminar
  4. Muchas gracias Mari, Liliana y Javi, yo ya con esta parrafada concluyo, de momento. Si os habéis reído es que ha merecido la pena.
    No os extrañéis de que cualquier día aparezca por aquí Casiana dispuesta a liarla, incluso Santorcaz en busca del Neguijón.
    Gracias a tod@s de nuevo.

    ResponderEliminar
  5. ¡Aaaaaaaaay Manuel, que se me estruja el alma querido amigo!
    Esperaré con ansias el día que aparezcan Santorcaz y la Casiana, pues disfrutaré que vengan a liarla, cuando quieran.

    Besos y abrazos, con todo mi corazón.

    ¡¡ÉXITOS!!

    ResponderEliminar
  6. Manuel,muy agradecido por haber dedicado tanto tiempo a entretenernos y hacernos reír tanto.
    Acostumbrado a leer minicuentos tuyos más serios, éstos me maravillan tanto por la prosa como por tu ingenio.
    Éxito , amigo, que pronto nos des buenas noticias.
    Un abrazo.
    Enhorabuena también a Liliana y demás participantes por esta bonita obra de teatro.
    Abrazos.

    ResponderEliminar
  7. Muy agradecida por la parte que me toca Juan, comparto tus palabras para con Manuel, pues ha dado muestras de una gracia estupenda.
    Aún queda paño por cortar, veremos como continuará la historia...

    Abrazos.

    ResponderEliminar
  8. ... que pasada, gracias por tan magnífico escrito, una ducha de amenidad y divertimento.
    Saludos

    ResponderEliminar
  9. Que escena!! Ha sido genial, que harton de reir. Felicidades Manuel jajajajajaja ohu!

    Un beso mU grande, que la risa lo vale...
    CLsT

    ResponderEliminar
  10. Gracias Leonel, Juan, Eterna Aprendiz y CLsT, vuestros comentarios han sido un buen acicate para escribir.
    Aunque reclamo vuestra compañía, pues la hostería continua. Estoy seguro de que Liliana y Salmorelli os van a hacer pasar muy buenos ratos en esta hostería.
    Aquí todo es arte, hasta google, que me abre una pestaña de publicidad y me recomienda FILVIT CONTRA LOS PIOJOS.
    Esto sí que es arte....

    ResponderEliminar
  11. JAJAJAJA Lástima que la duquesa no tenía Internet, se hubiera ahorrado muchos "masajes".

    Mil gracias Manuel, Salmorelli y yo trataremos de acercarnos a tu gran chispa.

    Besotes.

    ResponderEliminar

Bienvenidos a "La hostería de Cristófano Buttarelli". Es un honor recibirlos con un vaso de tintillo y todo nuestro afecto. ¡Gracias por vuestra visita!