jueves, 27 de agosto de 2009

Escena sexta, donde la hostería es un caldero y de cómo pasa lo que pasa...

LG
Pues claro que el fraile enfilaba derecho hacia el lugar donde la duquesa yacía desparramada del disfrute por tanto masaje, aprovechando la distracción de Santorcaz. Pero el que no estaba distraído era el Niño del Corral Candelas, pues a pesar de estar sentado con la Pitones no le había sacado el ojo de encima a la duquesa, de modo que cuando vio acercarse al fray Nicasio, de un salto se puso en pie y dejando a la Pitones con la cara desencajada de la rabia, se interpuso entre el fraile y la silla de la duquesa, con tanto ímpetu que el fraile decidió meter violín en bolsa y desaparecer sin que se lo pidieran.

En esto, la duquesa que no se había perdido detalle de la situación y también le había echado el ojo al Maestro cuándo éste se le acercó con los ojos desorbitados como ternero degollado, echóse los pelos hacia atrás y los pechos hacia adelante como bien sabía hacerlo y recostada sobre la silla y toda untada de aceites, con su mejor voz de gata en celo, le habló al torero:

Me habéis dejado con la palabra en la boca caballero, no os pude contestar, tanto es el revuelo que en esta hostería se padece. Pues os digo que no nos hemos encontrado en ninguna plaza mal que me pese, de haberlo hecho os acordaríais de mí, os lo puedo asegurar, no sólo os habría ofrecido mi pañuelo, que esta dama suele ser más generosa que eso, y más aún con el famoso Niño del Corral Candelas. ¡Ay mi Dios! Que mi diosito os ha traído en el momento adecuado.

Todo se puede reparar y éste es el momento Maestro… Pero antes ¿no quisierais terminar lo que Santorcaz ha empezado? Es de ver el efecto que me hacen sus aceites, y tal parece que nadie se digna a servir a esta dama. -Y mirándolo con los ojos entornados y los carnosos labios entreabiertos, le dijo-. Será un honor para mí que vuestras excelsas manos, esas manos benditas, lidien con animales menos grandes que un toro, pero al hacerlo, os aseguro que os encontraréis con otras partes que no son toro pero son igual de grandes…

Acto seguido, y repitiendo la escena que había tenido con Santorcaz, le tomó la mano al Niño y luego de zamparle un beso húmedo de bienvenida para honrar su arte, la metió dentro de su escote que a esta altura le llegaba hasta las rodillas de tan estirado que estaba. El aceite había hecho lo suyo y aquellos protuberantes pechos, brillaban de tan untados que estaban por lo que la mano del torero resbaló por ellos con la intención de seguir camino más allá de la cintura de la duquesa.

La Pitones se había puesto roja, pero no de placer sino de la rabia que tenía, pues ya se había hecho a la idea de pasar la noche con el Niño. Casiana la cordobesa, Carmela y las demás gitanas, trataban de contenerla para que no se echara encima del torero y lo arañara por puro despecho. Santorcaz aún no se había dado cuenta del asunto, tan entusiasmado estaba en venderle los aceites a Diego Cerrojo, para su viborilla. El Maestro se babeaba sobre la duquesa y por lo visto, no necesitaba de los aceites del barbero. La hostería era un caldero y el puchero estaba por servirse…

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S

- ¡Hay duquesita de mis entrañas! , mire que soy de la cazta der pavo, y cuando se me achucha se me endereza... ¡ay que no pueo má! por el amor de Dió que nejesito subí con usté a la arcoba y mostrarle mi espá. -exclamó el torero consiguiendo sortear el elastiquillo de la cintura de la señora duquesa y dejar bucear su mano derecha entre tanta pelambrera de alta alcurnia.-

La "Pitones" y la Carmela, simultaneamente discutían entre ellas por recibir los favores del "Niño", que venía de las Americas cargado de plata, y contemplaban la cara extasiada que el toreto mostraba al encorvarse por completo sobre los hombros de la dama.

- ¡Maestro! , jaga er favó de contener sus impulzo, que er fraile que está ahí sentao no le quita ojo de ensima.-le dijo el "Tinajas", acercándose a él.- por no hablarle de la que tienen liá las ramerillas aquellas en la mesa de enfrente.-añadió señalando con poco disimulo.-

-Hombre "Tinajas", no compliques la faena y quitamé los bicho de encima. ¿No ve que estoy a punto de entrá en la suerte de matá?-susurró el torero a su oído.-

-Jaré lo que puea, maestro, pero la tarde está verde negro y no le prometo ná.-contestó el subarterno dirijiendose de nuevo a la mesa en las que estaban las putas, sin dejar de mirar de reojos al inquisidor.-

-¡Señora! , por lo que má quiera zu mercé, ¡deje que la complasca o de lo contrario le arrancan las dos oreja y er rabo a un servidor! -insistió de nuevo casi con las narices metidas en la canal de los pechos de la duquesa.-

- Á ese torerito, Carmela, me lo beneficio yo o naide esta noche ¡Té entera!-gritó la "Pitones".-

- Señoras, no discutí má, si aquí tengo plata pá llená las faldiquera de la dó. ¡Pian lo que quieran ar tabenernero y tiremo ejcalera arriba!

- Mira con er fanfarrón. ¿Y un segundo espá, va podé con dos mihura como nosotras?-preguntó entre risotadas la "Pitones".-

-Y que má dá, ¿no ven que er curita ese no vá aguá la fiesta en cuanto puea?-preguntó con voz lastimosa el "Tinajas" en ayuda de su maestro al tiempo que la duquesa recogía uno de sus pechos en el interior de su corpiño y apartaba las manos humedecidas del torero haciendo el ademan de levantarse.-
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LG

¡A un maestro como vos, no os puedo decir que no! Esperaba yo vuestra propuesta Maestro, que tampoco aguanto más tanta emoción contenida. Mirad mis mejillas arreboladas y la transpiración que lucha por abrirse paso entre los aceites de Santorcaz, ¿no habréis pensado que luego de calentar el fogón me iba a ir yo sin cocinar el puchero, mi torerillo?

Las gitanas entretanto, discutían precios con el Tinaja, aunque no había forma de que la Pitones se conformara. Tamaña afrenta del Maestro no se la perdonaría, según juraba y perjuraba y le enviaba maldiciones a él, a la duquesa y a toda su parentela. Pero pudo más la bolsa de plata que el hombre llevaba en mano, que todo el despecho junto del que ella era capaz, por lo que muy contento se le vio subir al Tinajas en compañía de la Carmela y de la Pitones, que entre las dos, hacían un tonel de varios galones con sus respectivos traseros y que subiendo delante de él, le dejaban bizco de tanto fijar la vista en ellos.

La Casiana se frotaba las manos de sólo pensar en el dinerillo que repartirían sus primas por zarandear al Tinajas, que el pobre apenas aguantaba a una, no sabía ella cómo podría con dos. Y como los calores son contagiosos y la vista de tanta escena espabilaba a cualquiera, se acercó muy dispuesta al fraile para hacerle olvidar a sor Dámasa, de modo que se sentó sobre sus rodillas entusiasmada con la carpa que nuevamente montaba aquél soldado de Dios.

Tengo mi alcoba dispuesta y mis ánimos también, aprontaos con las banderillas que hasta la última estocada este toro os embestirá… -Dijo la duquesa al oído del Niño, mientras se recogía las faldas y comenzaba a subir las escaleras-. Traed vuestra capa, no sea que este animal os hinque sin piedad… -Y guiñándole un ojo lo invitó a subir con ella, llevándolo de las narices.

El Niño del Corral Candelas manoteó la capa roja casi al vuelo mientras se dejaba conducir como un ternero a la teta de su madre. Llevaba la cara morada de tanto contenerse y olía como un chivo, había perdido toda compostura y donaire, de modo tal que el resto de los parroquianos quedáronse perplejos esperando ver qué pasaba. Y de entre el silencio que se había hecho se escuchó un: ¡OLÉ MAESTRO! Al que le siguieron uno tras otros muchos Olé más, transformando la hostería en una verdadera plaza de toros…

20 comentarios:

  1. JOLINES CON EL ACEITE MAGICO !!!!!!...SANTORCAZ DESPISTAO Y EL TORERO EN EL SEPTIMO CIELO...COMO SE DESPISTE DEMASIAO, LA PITONES HACE HONOR A SU APODO Y LO EMBISTE JAJAJAJAJ...

    ESTO PROMETEEEEEEE !!!!!

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  2. Pero yo como me estoy perdiendo esto??? por el amor de un dios... donde empieza el relato???

    Como no he venido yo antes a la Hosteria de Cristofano Buttarelli? oy oy, que ambientazo!!

    Un saludo
    CLsT

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  3. Eso está por verse Marita, me parece que la duquesa no es nada floja, salvo de costumbres... jajajajaaaa

    ¡¡Claro que promete!!

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  4. ¡Bienvenida CLsT! Te lo estabas perdiendo pero ya no te lo perderás... Comienza por el ACTO PRIMERO, por supuesto, y lo encontrarás más abajo.

    Las puertas de esta "cálida" hostería están abiertas...

    Cariños

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  5. Bien parece que la lujuria no toma vacaciones en esta hostería y que el fuego que en ella arde es eterno...
    ¿Es reiterativo seguir pidiendo más?

    Agradecido.

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  6. Gracias por tu comentario...
    Como tú sabes yo soy chileno por eso te hago una pregunta: ¿Qué une a Chile con don Alonso Quijano?

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  7. Linus ¡Un poco de conmiseración por los autores!
    Claro que seguiremos, no lo dudes, sólo pedimos un poquitín de tiempo.
    Además, la impaciencia, abonará el misterio del final... :)

    Cariños.

    (Por otra parte, nos encanta que nos sigan pidiendo)

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  8. Difícil pregunta para alguien desprevenido como yo, pero intentaré algo, si he dicho una burrada te pido que me corrijas.

    No encuentro nada que una a Quijano con Chile, salvo los "molinos de viento", pues hasta donde tengo entendido, tu país le ha dado gran impulso al proyecto eólico... ¿Es eso?

    Me has puesto en un gran aprieto...

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  9. Yo tengo una respuesta Leonel, aunque no sé si será la acertada. Al igual que Quijano, el hombre de Chile sólo es capaz de ver belleza en la mujer, o mujeres, a las que ama.
    También se puede hacer extensivo a las demás personas que pueblan su vida, como los amigos o los familiares más cercanos.
    ¿Habré acertado?

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  10. DE LA CAZTA DER PAVO JAJAJAJAJAJ...ME MUERO JAJAJA... NO SE PUEDE SER MAS FANFARRON...AHY NIÑO NIÑO,QUE TE COJEN ENTRE LAS TRES Y TE PONEN MIRANDO A CUENCA JAJAJAJ...SI EN TEMAS DE ALCOBA FUNCIONAS IGUAL QUE EN LA PLAZA YA TE PUEDES ENCOMENDAR A TODOS LOS SANTOS JAJAAJJ...

    ESTO SIGUE PROMETIENDO...OLÉ !!!!!!

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  11. Para Liliana y Manolo, la respuesta es:

    En el censo de libros, y de los buenos libros, los que se salvan, encontramos "La Araucana" de Ercilla, poema épico que narra la conquista española en Chile.

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  12. Permítame usted Leonel que me de unos topones con la pared. Ni en mis mejores sueños lo hubiese acertado.

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  13. ¡Cómo no lo asocié! ¡Otra de mis obras preferidas desde mi adolescencia!

    "No las damas, amor, no gentilezas
    de caballeros canto enamorados,
    ni las muestras, regalos y ternezas
    de amorosos efectos y cuidados;
    mas el valor, los hechos, las proezas
    de aquellos españoles esforzados,
    que a la cerviz de Arauco no domada
    pusieron duro yugo por la espada."

    Canto primero

    ¡Mil gracias Leonel!

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  14. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  15. ¡Ja,ja,ja! Este hostal más parece el famoso salón Kiss de la calle Ballesta de Madrid, donde importantes personajes de la nobleza dejan su fortuna en manos de las rameras más bellas.
    La diferencia entre aquéllas y éstas del mesón, son la finura, la delicadeza, la belleza y de su cuerpo el olor, cosas que aquéllas desprenden, y de lo que éstas pobres carecen.
    Veo aquí a la Duquesa, de carnes bien llenas y tentadoras,cierto es; pero los bichos y la pringue que habitan las cavernas de su cuerpo, la desfachatez con que exige ración de acalorado sexo, y el hecho,(no se me ha pasado, no), de haber rechazado la "tercera pata" del barbero por el dedo del torero, me da por intuir que lo que busca con tanta pasión es dinero.
    Gracias sean dadas a Dios por haberme ilumnado a tiempo, usando al Santorcaz,al Tinajas y al de la Casta del Pavo, estos desgraciados sujetos, para abrirme los ojos, cegados por el brillo del deseo.
    Quédome pues un rato más, ¡servidme una copa, tabernero!, interesado estoy, pues, en decubrir en qué acaba todo esto.

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  16. ANDA NIÑO,HABER COMO LIDIAS A ESE TORO JAJAJJA.

    LILI,¿tu eres de Buenos Aires? TE MANEJAS MUY BIEN CON LAS ARTES TAURINAS...OLEEEEEEEEEE!!!!

    BESITOS.

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  17. Holaaaa!!! a tod@s, estoy disfrutando mucho de esta historia..!vaya como está la plaza!

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  18. ¡Don Juan, os habeis puesto en descubierto! Que la concurrencia no quería saber de vuestras incursiones privadas...
    En fin, paciencia, no se puede todo en la vida. Vuestra copa está servida, disfrutadla.

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  19. De la Santa María de los Buenos Aires vengo, doña Mari, pero la sangre española que por mis venas corre lleva mi alma volando a vuestra tierra, cuna de mis mayores.

    A vuestros pies, mi señora.

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  20. Don Javi, quedaos, no os arrepentiréis, la plaza está que arde y la carcajada a punto de estallar...

    Bienvenido, vuestra merced, a esta humilde hostería.

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Bienvenidos a "La hostería de Cristófano Buttarelli". Es un honor recibirlos con un vaso de tintillo y todo nuestro afecto. ¡Gracias por vuestra visita!