martes, 8 de septiembre de 2009

ACTO TERCERO: DE LA CURIOSIDAD DE ZAMBRUNO Y OTRAS COSAS...

LG

Eran poco más de las tres de la mañana, todos dormían por el exceso de la comida opípara y del vino barato de Buttarelli, válgame Dios llamarle vino a ese vinagre de asquear, si sólo supieran los parroquianos que el tabernero pisaba él mismo las uvas, junto a su mujer luego de haber remojado sus pies en el lodo de las porquerizas… Pensándolo bien, tal vez esa mezcla asquerosa era la que dejaba a todos en estado de sopor.

Pero Leonor no dormía, tampoco lloraba, ya se había cansado de ello. Hacía ya tres días que la tenían encerrada en el carretón-calabozo. La única comida que había probado era la que el joven Francisco le había acercado y la que le levantó el ánimo, tanto que en medio de la noche y con voz muy suave para que los guardias no despertaran comenzó a cantar:

Quiere esta niña a la noche
tachonada de perlas y estrellas,
quiere esta niña un broche
para ponerse muy bella,
pues sabe que la dulce luna
traerá en sus rayos plateados
el mágico amor que acuna
el dulce amor de su amado.

Si hubiera habido alguien despierto para escucharla, hubieran coincidido en que escuchaban la voz de un ángel antes que la de una bruja. ¡Pero qué digo! ¡Claro que alguien estaba escuchando!

La alcoba del primer piso, donde se alojaba Zambruno, distaba unos pocos metros de las caballerizas donde se encontraba Leonor, y por más suave que ella cantara, era tan melodiosa su voz, tan cristalina, que pudo volar como una flecha hacia los oídos incrédulos del pintor, quién incorporándose en su lecho, no acertaba saber de dónde ni de quién provenía. Al acallarse el murmullo musical de la incauta Leonor, Zambruno se dio vuelta para dormirse definitivamente pensando que había soñado, pues él también era presa del vino de Buttarelli.

Pero no duró mucho tiempo en su desparramada posición, pues unos golpes en la puerta vinieron a turbar su descanso. Se levantó con pesar, y creyendo que eran las gitanas, abrió de golpe dispuesto a enfrentarlas para que lo dejaran en paz. Pero menuda sorpresa llevó, de ver al pequeño Francisco ante él con cara de susto:

Perdonad señor, sé que no sois de estos lugares, por eso mismo acudo a vuestra puerta, pues no confío en nadie de esta posada, ni aún en mi propio padre, vengo a contaros una historia y os pido que me escuchéis…

Acicateado por la curiosidad, Zambruno franqueó el paso del chaval dejándole pasar a su habitación. De este modo Francisco le contó de su encuentro con Leonor y de sus desventuras. Viendo la cara de incredulidad del pintor, sacó presuroso el anillo de oro de su bolsa y se lo presentó delante.

Éste es el sello de la casa de Aragón, y me fue dado por la noble dama… os lo muestro señor para que me creáis y no para que me robéis…

Zambruno abrió los ojos con destellos de codicia, pero acto seguido y controlándose, se vistió apresuradamente, salió con el niño hacia las caballerizas. Jamás pensó en encontrarse de frente con esos otros ojos, que en lugar de destellar codicia, pedían compasión …
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"S"
A paso lento mando avanzar el pintor al pequeño, para no llamar la atención de los alguaciles que dormían la "mona" en el patio trasero de la Hostería. Al acercarse de puntillas al carromato, advirtió que Leonor dormía entre un haz de mugrienta paja y una mantas completamente roídas de las que no podía adivinarse el color original de quien las tejiera.
-(¡Dios!, que hermosa criatura) -pensó al ver los contornos perfectos de la muchacha y los trozos de piel morena que dejaban ver las vestimentas rasgadas que llevaba puesta.- (será cierto que es completamente inocente de las fechorías y herejías que quieren cargar sobre ella).
Retrocediendo sobre sus propios pasos, pegó un tirón del zurrón que llevaba colgado el pequeño y volvieron a entrar en la hostería. A continuación pidió a aquella inocente criatura que guardase el secreto de que iba a intentar salvarla y que marchase a descansar ya que no eran horas para andar por ahí danzando.
Al amanecer, cuando el gallo favorito de Buttarelli dedicaba sus mejores cánticos. fue en busca del fraile, para que trasladaran cuanto antes a la mujer a su alcoba.
- Enseguida ordeno su voluntad, pero recuerdo al artista lo pactado entre tanto mal vino que me tiene la cabeza como una pileta para lavar.-contestó, fray Facundo, estregándose los ojos empedrados por las legañas.-
Zambruno, volvió a retirarse a su alcoba y comenzó a sacar de un pequeño baúl todos los "habíos" de pintar; paletas, pinceles y pequeños frascos que atesoraban los mejores polvos que servían para fraguar esos tonos de color que tanto envidiaban los otros artistas del pincel con los que había convivido en Francia.
Apartó, un viejo aparador de mala madera carcomida que servía para tapar los desconchones de la pared y acercó hacia el mismo lugar un diván de seda azul, completamente pasado y agujereado, en el que pretendía encadenar a Leonor para poder pasarla a uno de los lienzos que había conseguido que le trajeran de Antioquia. Al poco, retumbaron los nudillos del fraile en su puerta, y al abrir una pequeña comitiva compuesta por dos hombres traían a empujones a la mujer por el pasillo, sin que ningún otro huésped se percatara de aquél fugitivo traslado que había pactado con el inquisidor.
- Pasen, pasen. Y no hagan ruido-indicó, Zambruno, dando un puntapié al camisón que había llevado puesto el día anterior y que entorpecía por los suelos la entrada de aquellos personajes.-
- ¿Donde se la amarran? -preguntó el fraile.-
- He pensado, si le parece bien a vuestra dignidad, que amarando la soga a la herrumbre de la ventana me da para el largo suficiente hasta llegar a ese viejo diván y además no para que llegue al tirador de la puerta.
- Bien, lo que usted piense corre en favor o en la contra de su devenir.-contestó, rascando su barba, aún pegajosa del asado que le sirvió la mujer de Buttarelli la noche anterior.- Mi parte termina con la entrega de esta bruja y comenzará de nuevo una vez que tenga los cuadros terminados.-añadió.-
- Gracias padre, que el santo Guzman me ampare y todo salga bien para beneficio de ambos.
Al terminar de salir de la habitación tras amarrar bien fuerte a la ventana a Leonor, aquella peregrinación de fraile y alguaciles, dieron un solemne portazo, dejando a la chica sentada al filo del diván completamente asustada y tapándose el rostro al desconocer cuales iban a ser las intenciones de aquél larguirucho de bigote afilado que trataba de tu a tu al inquisidor. Por su mente pasó en primer lugar que aquél bribón la tomaría por la fuerza para satisfacer sus deseos más impuros a cambio de un puñado de monedas de plata para la Iglesia...

20 comentarios:

  1. AHYYAYAY...QUE A ZAMBRUNO LE ESTAN TOCANDO LA PATATA (corazón).

    NO TARDEIS EN PUBLICAR,QUE ESTO SE ESTA PONIENDO TIERNOOOOOOOOOOOO...

    UN BESAZO!!!!!

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  2. ¡Me muero de amooooor! Quiero saber qué hará Zambruno, cómo zafará de ésta...

    ¡Que pinte a Leonor!
    ¡Que pinte a Leonor!

    Coincido con Mary, please, no nos dejen con tantas incógnitas.

    Besos a todos.

    PD: Mari, menos mal que aclaraste entre paréntesis, jajajajaja

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  3. ¡¡ME OLVIDÉ DE DECIRLES QUE EL NUEVO DISEÑO DEL BLOG ESTÁ GENIAAAAAAL!!

    Y...

    ¡¡FELICITACIONES POR EL PREMIO!! NUNCA MEJOR MERECIDO!!

    Mil besos.

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  4. HEYYYYYYYY !!!!! ES VERDAD,CON TANTA EMOCIÓN NO ME DI CUENTA DE LAS REFORMAS DE LA HOSTERIA...QUEDO MUY GUAPA!!!!

    BESITOS!!!!

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  5. Guaaaaauuuu, Mari y Nirvana, gracias por tanto apoyo y tanta alegría.
    Yo sé que Salmorelli no las defraudará, pues es muy rápido para seguir la historia... jajajaja

    Besos a ambas.

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  6. ¡¡GRACIAS CÉSAR, LAS MODIFICACIONES QUEDARON HERMOSAS!! ¡¡LA HOSTERÍA TIENE NUEVA VIDA!!

    UN CARIÑO GRANDE DE TODOS.

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  7. Increíble el cambio de la hostería, muy bueno y felicidades por el premio recibido.

    Lili, sos una diosa del romanticismo, me gusta.

    Cariños a todos.

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  8. EL RELATO ESTA TOMANDO UN COLOR PRECIOSO...HUELE AL ROMANTICISMO QUE ME GUSTA Y ESTOY SUPER ENGANCHADAAAAAAAAAAAAAAAAA...ESPERO NO EQUIVOCARME...LO SEGUIRE CON LOS CINCO SENTIDOS PORQUE ESTO PROMETE Y MUCHO.

    QUE MARAVILLA!!!!!

    BESITOS.

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  9. ¡Vaya! Sólo un par de días que no vengo y me encuentro con todo este despliegue de armonía entre el diseño y el texto. ¡Enhorabuena!

    La historia se las trae, a no dudar. Os seguiré, pues no me he de perder capítulo.

    Felicitaciones y abrazos.

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  10. Vaya Lili, que cambio... y ahí tenemos a Miguelito Zambruno al rescate de la bella Leonor, que canta dulce y cándida y por la que, parece que puede perder mucho más que la cabeza. Ansiosa esperaré el desenlace pues de esta gentil historia entre pintor y bruja

    Besos al personal, bien prietos y sonoros, cuan mandan cánones

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  11. Gracias de parte de todos Charly.
    En cuanto al romanticismo no puedo con mi genio... jajajaja

    Besos.

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  12. ¡Bieeeen Mary! Necesitamos muchos seguidores como vos... que se metan en la hostería y no salgan ni para ir a dormir, jajaja

    Besos.

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  13. Hemos ventilado la hostería, Linus, para que los malos espíritus desaparezcan definitivamente... ¿Verdad que ha quedado bonita?

    Muchas gracias de parte de todos nosotros.

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  14. ¡Hola apm! En los cambios está el gusto, jajaja
    Veremos qué pierde Zambruno, yo también quiero saber....

    Gracias de todos y besos también de todos.

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  15. Aaaaay Salmorelli, que Zambruno apronte los pinceles rápido, ¿no ves que así amarradita la pobre Leonor está espantada? Jajajajaja

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  16. Liliana tu si que sabes... no es por desmerecer, que los otros escritores lo hacen tan bien como tu, pero es que has dejado el pie para una escena galante que vamos... perfecta :)

    Que continue ya!! Queremos amor!!

    Besazo
    CLsT

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  17. CLsT, fue Salmorelli el que dejó perfecta la escena, no yo... Me la dejó servida y esta dama la ha de aprovechar. Así que a seguir leyendo... jajajaja

    Para no confundir a los autores, cada parte tiene las iniciales de quién las ha escrito:

    LG: Liliana
    S: Salmorelli

    Gracias por ambos. Besos.

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  18. Zambruno ha tejido bien su necesidad, mas no contaba con la nobleza de su añorada modelo… aquí, cualquier cosa puede pasar, aunque auguro un hermoso final, eso está por llegar, antes en los mares de todas las aventuras y desventuras de Zambruno y Leonor me dé fascinar, con la tensión lógica, que cada momento respire, proclamando que el cielo los proteja de la inquisición que en su nombre quiere ser sagrada…. voy por el cuarto…. Besos, besos, besos, mis tres mosqueteros que de corazón os digo, es una obra para escenificarla, sería un éxito seguro

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  19. ¡GRACIAS POR TANTO ENTUSIASMO ANTOÑI!

    EXCELENTE IDEA LA DE LLEVARLA AL TEATRO, QUIÉN TE DICE ENCONTRAMOS UN PRODUCTOR... JAJAJAJA

    CARIÑOS POR PARTE DE TODOS NOSOTROS.

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Bienvenidos a "La hostería de Cristófano Buttarelli". Es un honor recibirlos con un vaso de tintillo y todo nuestro afecto. ¡Gracias por vuestra visita!