miércoles, 23 de septiembre de 2009

OCTAVO ACTO: LA HUIDA...


LG

Estaba Leonor más desorientada que don Miguel, pues aún no sabía a ciencia cierta la forma en que escaparían de la hostería, pues ella no olvidaba al resto de la comitiva que aún quedaba pernoctando en las caballerizas y estaba segura que de ser sorprendida in fraganti con el pintor, sería la muerte de ambos.

Zambruno abrió cautelosamente la puerta de la alcoba asomándose por una hendija para cerciorarse de que era Francisco el que había tocado a la puerta. Efectivamente, cuando vio al niño con el pavo agarrado del cogote, lo hizo pasar presuroso, no fuera que los centinelas pudieran zafar rápidamente de las gitanas y lo pescara desprevenido.

Aún llevaba el chaval el saco en dónde había estado el pavo, que luego de haberlo corrido por toda la hostería, dio en recogerlo por si nuevamente debía usarlo y fue muy atinada su acción puesto que el saco en cuestión sería la jugada maestra aunque ni el niño, ni Leonor lo supieran todavía.

Luego de hacerse del pavo y del saco, el pintor dio unas monedas de plata a Francisco en pago por los servicios prestados y lo despidió prestamente con la condición expresa de no contar a nadie, absolutamente a nadie, lo que había hecho, asegurándole que cumpliría la promesa de salvar a Leonor.

Una vez que el niño se hubo marchado, Zambruno finalmente descubrió su plan: amarraría al pavo de forma que no pudiera moverse demasiado, es decir, lo enrollaría con varias sábanas para que no se soltara. Estas sábanas las amarraría a su vez al lecho donde había hecho suya a Leonor y luego lo taparía con los cobertores, de manera tal, que pareciera que allí aún dormía la joven.

Luego, y ante la sorpresa de Leonor, le dijo que se metiera ella misma en el saco y que se arrebujara en él lo más que podía, ya que de esta forma pensaba sacarla de la hostería y por lo tanto salvarla del Santo Oficio. La joven se quejó, aunque sin demasiada vehemencia:

Por todos los Cielos don Miguel, no sé si he de aguantar demasiado tiempo metida en el saco, que cuando me veo encerrada, mi garganta se cierra y en mi pecho no entra el aire…

Zambruno le explicó que no había otro modo de escapar, era eso o la hoguera, además de recordarle que él mismo había puesto su vida como prenda ante la Santa Inquisición… Ante estas palabras, Leonor no dijo ni pío y metiéndose en el saco ayudada por el pintor, que luego lo tomó por la boca y lo echó a sus espaldas, para emprender la gran aventura…

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"S"

- ¡Perdonad! -esgrimió, Zambruno, dejando el saco a mitad del pasillo con el consiguiente golpe para Leonor.-
- ¡Quién janda ! -gritaba, Buttarelli, en el comedor.- (Santita mare de Dió, quién ja hecho este estropisio) -pensó al ver las jarras destrozadas junto a una de las mesas.- ¡Guardias! ¡Guardias!
El pintor, horrorizado por el reclamo que ejercía el tabernero sobre los hombres del Inquisidor, retrocedió con el saco hasta su habitación con la mente perdida ante aquél contratiempo. Al tiempo, que cerraba su puerta se abría la de la "Pitones" y la "Carmela" de donde salían subiéndose aún los pantalones los hombres del fraile mientras las gitanas, temerosas de no haber concluido con su parte del trato para terminar de cobrar lo estipulado con el pintor, intentaban sujetarlos casi desnudas sin demasiado éxito.
Zambruno, entonces, dejó salir a Leonor del incómodo bolsón y antes de que esta pudiera preguntar que iban hacer se asomó al balcón con la única esperanza de que Francisco aún andase por las caballerizas.
-¡Francisco! ¡Francisco! -gritaba en voz baja.-
La confusión y el desorden se desató en un abrir y cerrar de ojos alrededor de todo el entorno a la Hostería, a la vez que Buttarelli, en la puerta y a pleno pulmón continuaba llamando a los alguaciles, que se daban patatas en sus traseros por las escaleras para que no se descubriese el abandono que habían realizado a su puesto de vigilancia. Los mozos y escuderos de las caballerizas, corrieron a auxiliar al tabernero, al mismo tiempo que Francisco volvía hacia la fachada en la que con el rostro completamente desencajado el pintor esperaba encontrarlo.
- Francisco, por amor de Dios, ¿donde te has metido?
Y antes de que el joven pudiese explicarse, ya había enlazado el pintor varias sábanas para que Leonor pudiese bajar por el enrejado y consiguiera huir junto a el para montar en los caballos que les aguardaban en el callejón del agua. De nada sirvieron los intentos de la dama para que Zambruno le acompañase, y de nada sirvieron los deseos del joven para conseguir el mismo propósito.
- Hacedme caso, Leonor, no puedo acompañaros. -dijo suspirando.- Si huyo junto a usted nos darían alcance en menos de unas horas, indique así pues al muchacho un lugar seguro donde llevarla y algún día, si Dios lo permite, me reuniré de nuevo con usted.
Y así, con la dificultad propia de una dama de alta alcurnia para marinear por una fachada, Leonor, consiguió pisar tierra y huir junto al joven Francisco, ante el follón que se había armado en la hostería. Zambruno, sin tiempo demasiado para trazar un mejor plan, se encomendó a todos los santos y en menos que canta un gallo sacó un lienzo y plasmó a trazos los rasgos del pavo. A continuación, con los ojos más bien cerrados por el miedo y sin evitar llevarse más de un picotazo, retorció el gaznate del ave hasta conseguir matarlo y amarrarlo a la soga que había servido para el cautiverio de Leonor, mientras los alguaciles aporreaban la puerta insistentemente.
- ¿Qué sucedió? ¿porqué tardó tanto en abrir? - recriminó el gordito, que momentos antes había disfrutado con la gitana al abrir el pintor la puerta.-
- ¡Socorro! ¡Socorro! ¡Brujería, brujería! -gritaba, Zambruno, recordando su paso fugaz por la compañía de teatreros de su pueblo.-
- Pero tranquilicesé, y la chica ¿donde está la bruja?-preguntó el alguacil, apartándolo de la puerta y contemplando la escena surrealista del pavo atado sobre el camastro.-
Inmediatamente, mientras Buttarelli, aplacaba al pintor con un mejunje con tila y manzanilla, los alguaciles mandaron a llamar a Fray Facundo, para ponerlo al tanto de lo acontecido en su ausencia. Pasaron pocos minutos, para que el Inquisidor hiciese su aparición en carruaje en la Hostería.
- ¡En el nombre de Dios! ¿qué ha sucedido en este infame lugar? -gritaba el fraile.-
A ver, pintor, ¡Hable! ¡hable si no quiere ser quemado en la hoguera!
- Su dignidad .-dijo sollozando.-
- Déjese de lloriqueos de mujerzuela y ¡Hable! ¿donde está la bruja?-preguntó, dando un puñetazo sobre una de las mesas asustando a toda la concurrencia.- ¿Y ustedes que mira? ¡alguaciles! ¡echen a este gentío y dejenmé a solas con el pintor!
- Fray Facundo, ha sido horrible, ¡horrible! -volvió a insistir, Zambruno.- Ya tenía casi conclusa mi obra y le dije a la bruja que mi trabajo había terminado...
-¡Pardiez! ¿y que sucedió?-preguntó, intrigado el inquisidor mientras se hurgaba la nariz.-
¿Que, qué sucedió, dice vuestra merced? , entonces sentí un mareo y vi como mi lienzo desfiguraba la pintura realizada de la bruja y se convertía en la imagen de un ave...
-¿En un ave, dice vuestra merced?
- Si padre en un pavo concretamente, así que refregué mis ojos creyendo estar delirando y al mirar hacia el lugar en el que se encontraba maniatada la bruja hallé un pavo...
- ¿Un pavo?
- Si, su dignidad, un pavo. Golpeando el atril del lienzo, pensé en avisar presurosamente a sus hombres, y fue entonces...
- ¡Fue entonces, qué! -interrumpió el fraile al borde del colapso.-
- Fue entonces cuando me atacó el ave y tuve que defenderme hasta conseguir arrancarle la vida. ¡Miré usted como estoy de picotazos! -gritó, mostrándole sus brazos.- ¡Brujería, fray Facundo, Brujería!
- No lo puedo creer, Zambruno, no lo puedo creer...
- Pues suba vuestra merced y compruebelo con sus propios ojos-contestó el pintor, interpretando un preciso tembleque que asustaba y contagiaba al fraile.- ¿Pero sabe lo que siento?
-Digame usted, Zambruno, ¿aún hay más?
- No padre, ¿pero como se puede juzgar ahora a una bruja convertida en pavo y que para colmo está muerto? ¿Como podremos hacer justicia ante esta bruja maldita? , porque sepa vuestra merced que yo testificaré donde haga falta. Faltaría más.
El fraile, completamente desarmado y sin saber que replicarle al pintor, optó por justificar el juicio con la muerte del pavo, y además ante el tribunal se enardeció de contar con el testimonio de todo un ejemplo a seguir, como lo era Zambruno, por haber luchado, arriesgando su propia vida, en contra del maligno hasta vencerle en una de sus formas más despreciable. ¡Un pavo! , gritó para menospreciar la suerte que había corrido la dama para pasar a la otra vida.
No obstante, finalizado el juicio, reclamó al pintor el cuadro prometido para regalar al prior, y este se comprometió a enviárselo lo antes posible una vez que se recuperase del impacto que había supuesto para él toda aquella terrorífica historia.
Días después, y atendiendo a una dirección que el joven Francisco le entregó a su regreso, se reunió con su amada Leonor en tierras manchegas para continuar camino hacia Aragón, donde serían recibidos y bendecidos en loor de multitudes.

22 comentarios:

  1. Rayos y centellas la tensión me doblega, ¿Como podrán estos dos burlar a tan peligrosa comitiva? Buen aliado puede ser el pavo, pues como pavo no canta al alba como el orgulloso gallo… Por bondad os suplico, desembrollar por piedad la maraña que me martiriza, no quiero que os manipule la prisa, más mi sueño se siente alterado con semejantes dudas que se entremezclan entre las sabanas de mi lecho y me espabilan al traicionero sueño…. Besos, besos, besos

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  2. AYYYYYYYYYY!!!!!COMO LA PITONES NO QUEDE SATISFECHA CON EL CHORISO,ME LA VEO EN BUSCA DE ZAMBRUNO,Y QUE SORPRESA SI SE ENCUENTRA CON EL MOCO DEL PAVO EN EL LECHO DE AMOR JAJAJJA.

    MUY BUENO LILI.
    BESITOS.

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  3. ¡Ay, doña Antoñi! Que vuestras dudas serán saldadas a la brevedad y dejarán de martirizaros, tened paciencia y fidelidad hacia esta, vuestra segunda casa...

    Bellas palabras las vuestras.

    Besos al por mayor.

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  4. Jajajajajaaa Sería de verlo doña Mari, no dejaré de reír si así fuera, que la Pitones a esta altura, ni asco al pavo le hará... jajaja

    Chuic, chuic.

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  5. Sorprendente giro, mi señora, me hago a la idea de la joven amante dentro del saco y Zambruno acarreando tal bulto en las mismas narices de los inquisidores... vaya, me habeis atrapado autores.

    Saludos.

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  6. Entre el pavo amortajado, Leonor embolsada, las gitanas y Zambruno, me estoy divirtiendo a lo loco... jajajajaja

    Sigan la historia por favor, que necesito saber cómo termina todo este embrollo...

    Besos para todos.

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  7. ¡¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS LILI!!!

    UN BESO GIGANTE Y CON TODO MI CORAZÓN.

    TE DEJARÉ SALUDOS EN TODOS LOS ESPACIOS DONDE TE ENCUENTRE... TE LO MERECÉS EN GRANDE.

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  8. Querida Liliana, he vuelto al enterarme de tu cumpleaños para desearte, una vez más...

    ¡Muchísimas felicidades!

    Verdad que he encontrado en ti una escritora de maravilla y una maravilla de persona.

    Recibe un fuerte abrazo y mis deseos de un día hermoso.

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  9. YA LE TENIA CARIÑO AL PAVO,PERO LA SITUACIÓN REQUIERE SU DESTINO,ES GENIAL,ME A ENCANTADO Y ADEMAS UN FINAL FELIZZZZZZZZZZZZZZZ.

    ENHORABUENA A LOS DOS,PARA QUITARSE EL SOMBRERO!!!!!!!!!

    BESITOS.

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  10. YO COMO DICE MI COMPAÑERA DE AVENTURAS NIRVANA,POR DONDE TU ESTES YO TAMBIEN...ASI QUE FELIZ CUMPLEAÑOS LILIANA...ERES LA MEJOR DEL MUNDO MUNDIAL!!!!!

    UN BESO DE LOS QUE SE SIENTEN!!!!!

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  11. ¡¡OLEEEEEEEEEEEEE!! ¡¡GENIAL FINAL SALMORELLI!!

    A TUS PIES HOMBRE, QUE TENÉS SALERO PARA REPARTIR... JAJAJAJAAAAAAAAA

    ¡¡ME ENCANTÓ AMIGO!!

    BESAZOS.

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  12. NIRVANA, LINUS Y MARI:

    ¡¡MUCHÍSIMAS GRACIAS POR TODAS LAS ATENCIONES QUE ME ESTÁN PRODIGANDO!! ¡¡ESTOY FELIZ!!

    ES UN GRAN GUSTO CONTAR CON TODOS USTEDES.

    BESAZOS A TODOS Y A CADA UNO, QUERIDOS AMIGOS.

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  13. Un gusto saludarte agradecer tu grata visita y decir que tu espacio es muy interesante, me gusta.Felicidades
    Un cordial saludo Isthar

    enlazo a mis blogs

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  14. Lili y Salmorelli... !buenísimo, genial, divinisimo!, y encima todo un actorazo don Zambruno... ja,ja,ja, ya sabemos por fin el misterio del pavo, pavito, pavo (al que no ha habido que echarle guindas como en la copla)... buenísimo de verdad este octavo acto !buenísimo!

    Gracias miles "maestros". Un besazo y de los gordos para cada uno

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  15. Es un gusto tu presencia en la hostería Isthar, así como tus elogios que recibimos con todo cariño.

    Muchas gracias de parte de todo el equipo.

    Un fuerte abrazo.

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  16. ¡Hola apm! Salmorelli y yo nos inclinamos ante el público luego de esta representación... jajajaja

    ¡Muchísimas gracias por los aplausos! Celebramos con gusto que esta historia haya sido de tu agrado.

    Te enviamos los mismos besotes gordos, esos que te gustan y nos gustan tanto.

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  17. Gracias a todos, por lo que a mi respecta, por aguantar las desventuras de esa hostería en la que espero continuar pasandolo bien. Os animo a que os atrevais a participar en la próxima historia. Por cierto apm, "eshalé guinda ar pavo, pavo. Jechale guinda ar pavo que yo le hacré a la pava, asuquita, canela y clavo..." como cantara la "Pitones", jajaja.

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  18. Salmorelli, miarma... ya me imagino a la Pitones con las faldas remangás de un lao a la cintura y cantando jechale guinda ar pavo... y vinieron do sivile -digo, inquisiore-.... ja, ja,ja, de verdad que eres genial, genialísimo !pedazos de monstruos, que sois unos pedazos de monstruos!

    Un besote gordísimo para los dos

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  19. ¡¡Mis más sinceras felicitaciones a Lili y a Salmorelli!! Han hecho un trabajo excelente donde no faltó el humor, el amor, la intriga... en fin, un trabajo bien completo.
    La he pasado de maravillas. Espero la nueva historia.

    ¡Felicidades y un abrazo muy grande! ¡Adelante!

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  20. Hermosa narración, me ha llegado y mucho, me ha gustado bastante, tal y como dice el comentario anterior, el humor es la principal virtud de nuestra vida, la has transmitido de una forma inimaginable, placer visitarte poeta, saludos.

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  21. apm, Charly, Francisco, para nosotros ha sido un honor que nos hayan seguido en el transcurso de esta historia.
    Hemos disfrutado a la par de ustedes.

    ¡Gracias! ¡Los esperamos en la próxima aventura!

    Un fuerte abrazo.

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  22. En la perplejidad más completa estaba yo. Casi he despeinado la melena a mis uñas, al no tener peine alguno, mis pobres dientes han ejecutado tan osado trabajo…
    _ ¡Se me ha extraviado el final, en mi peregrinar!_ me decía
    _ ¿Qué hago yo con mis dudas, sin poder saber el final de tamaño entuerto?_ Me preguntaba.
    Quiso entonces la fortuna, que como aguja en pajar, de una en una, desmenuzara las letras. Y cuál fue mi fortuna, que mi serenidad se hizo una y la sonrisa llamo a mi puerta.
    _ ¡Eh la aquí!_ grite en mi entusiasmo.
    Tamaño final supera mis expectativas, que al sol de Septiembre asalta mi melancolía, al querer atesorar hojas desprendidas y me llena de vivaz picardía, al sentir resbalar carcajadas sonoras, por el tamaño de la burla, a la inquisición que nunca debió de ser sagrada…. Jajajajaja…. Besos, besos, besos…. Antoñi

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Bienvenidos a "La hostería de Cristófano Buttarelli". Es un honor recibirlos con un vaso de tintillo y todo nuestro afecto. ¡Gracias por vuestra visita!