miércoles, 23 de junio de 2010

CAPÍTULO IV: En donde acontece el acto más largo, de acuerdo a la longitud de cierta ausencia.

M.G.
Mientras la hostería se llenaba con vírgenes, poetas y brujas, no muy lejos de allí apareció el hombre llamado Diego Cerrojo quien iba cegado con la venganza y dando a la hostería de Cristófano Butarelli el apellido de responsable de sus desdichas, resolvió en largo juramento quemar el antro hasta dejarlo en un puñado de cenizas. Y como la idea se le hacía cada vez más atractiva, se alegraba y se animaba cada vez más y hablando para él iba por la calle, como loco en tormenta barruntando el desastre.
- Todos reían sí, reían mi desventura, mas yo, Diego Cerrojo, soy hombre pequeño pero grande en valor y nadie se ríe del hijo de mi madre sin hacer llorar a la propia. Porque nadie se mea encima de mí…
Y diciendo estas palabras las entonó tan altas que vino a asustar a un mulo marrón atado a una argolla y cuyas orejas le servían de toldo a los ojos, la pobre bestia sin saber qué se le venía encima y tuvo a bien soltar una coz por si acaso golpeando al desdichado de Diego Cerrojo. El dueño del animal que andaba en su casa haciéndole un negocio a su esposa oyó el testarazo y se asomó, se encontró a Diego tendido y al comprobar que no tenía pulso, supo en el instante lo que pudo haber pasado, suplicó al cielo porque Diego respirase, mas no había ningún signo de vida. Asustado miró a los lados por si alguien le hubiese visto. Entonces tuvo la brillante idea de subirlo al mulo y hacer como quien transporta un borracho hasta sacarlo de Sevilla y buscarle un “buen destino” siempre lejos de su culpa. Le montó y le paseaba, y si se topaban con alguien por la calle el mulero hablaba en altas voces maldiciendo el vino y a los borrachos. Las gentes reían o murmuraban, mas a nadie se le ocurría tomar el pulso de don Diego. Al cabo de un rato se dio cuenta de que por donde quiera que caminaba aparecía un aguacil, o un cura, o alguien que le hacía tomar la dirección que él no quería viéndose convertida la ciudad en un inmenso laberinto de paredes como barrancos. En uno de esos rodeos vino a darse de cara con el Guadalquivir mostrando sus mansas aguas como un enorme carril en movimiento, y se le ocurrió bajar el difunto de un mulo para echarlo en un carro aunque de agua fuese. Se cercioró de que no había nadie y con gran prisa dejó a Diego a merced de las aguas, para después desaparecer en medio de las callejuelas de la ciudad.
Diego se hundió para segundos después emerger, primero boca abajo, después boca arriba y comenzar poco a poco un lento paseo por el río. Dos pescadores que habían echado las redes notaron que algo se les venía encima, al principio creyeron que era una rama o un trozo de biga, algo que había de romperle la red, después al verlo más de cerca y la cara se les tornó blanca.
- Aurelio, que hemos pescado un hombre.
- Ca, suéltalo que nosotros no somos el Cristo, que este pedazo de carne sólo habrá de procurarnos problemas.
- Pero, ¿y si está vivo?
- Si ese está vivo yo no soy hombre. Suelta, suelta y que se vaya con Dios.
- Pues nada Aurelio, sea.
Diego siguió la corriente, lejano a su voluntad continuaba un camino que le retiraba de cualquier destino. Como ajena a sus propósitos llegó a su cabeza una cigüeña que creyó que era un buen lugar para posarse, el ave estaba muy flaca llevaba varios días volando desde África y buscaba algo que comer, seca y mareada apenas se percató de donde se había ubicado, aunque cuando daleó la cabeza y vio el feo rostro de Diego salió volando espantada.
No muy lejos de allí una muchacha miraba el Guadalquivir desde un puente, un joven bachiller experto en seducciones le recitaba poemas de amor. A lo que la joven respondía con silencio, abrumada posaba sus manos blancas sobre las oscuras piedras del puente, luchando por no girarse y perderse para siempre.
- ¿No es verdad ángel de amor que en esta apartada orilla más clara la luna brilla y hasta el aire se respira mejor? – le decía el bachiller parafraseando a Zorrilla.
- Ay, qué significa eso – decía la joven la cual disfrutaba con aquella verborrea sin saber qué se le estaba comunicando.
- Que… en fin. estooo… que tu belleza es tal que se refleja en las aguas del río haciendo palidecer a la mismísima luna.
- ¿Sí? – dijo extasiada, apunto de ceder, casi sin querer bajó la mirada como queriendo descubrirse entre el agua, sin embargo lo que encontró fue la cara pálida de Diego.
La joven gritó de tal manera que espantó a cuatro gorriones. El bachiller por fin la vio volverse, mas para zamparle una bofetada y verla alejarse como una chiquilla mal criada a la que no le han dado el capricho solicitado.
- ¿Pero qué he dicho? – preguntó sorprendido el bachiller.
Diego seguía su deambular, al capricho de la corriente. A veces se unía a un poco de espuma, otra vez chocaba con un palo que parecía acercarse para curiosear para seguir su propio camino. Diego se giraba, se hundía para emerger con cierta gracia. De vez en cuando un pez se acercaba para intentar llevarse algo a la boca, para alejarse decepcionado desapareciendo en medio de las opacas aguas.
Juan de Dios Martínez, el herrero de manos recias, llevaba varios días sin poder obrar. Tenía el vientre duro y le dolía una barbaridad, su esposa le había dado todo tipo de bebedizos y seguía igual. De todos modos la mujer seguía insistiendo y más por que se callase que por convencimiento propio Juan de Dios se acercó a las eneas y comenzó a apretar. Entonces vio pasar un bulto en la lejanía, se subió los pantalones y trepó a un árbol, sí era un cadáver, acababa de ver un cadáver flotando y venía directo a la orilla. Juan de Dios esperó a que llegase y una vez cerca meneó la cabeza, estaba tan cerca de su herrería que tan sólo podía traerle problemas, por lo que cortó una caña y lo alejó hasta devolverlo al cauce. Esperó hasta verlo desaparecer, entonces se giró y encontró a su esposa lívida, la pobre se había llevado tal susto que se había orinado encima.
Diego, en este juego loco de azar, iba buscando la orilla, el río se había hartado de jugar con el cuerpo y ya le estorbaba, lo condujo hasta dejarlo varado. Por allí, cerca de Sevilla pasaban Esteban Dolores y su criado Felipe Romero, este último demasiado arropado para el clima estival que disfrutaban. Esteban Dolores soñaba con ser un bandolero y trataba de argumentar sobre el éxito de su empresa. Felipe, cuya simpleza le limitaba la capacidad de comprensión sólo acertaba a afirmar. En un momento dado se acercó a la orilla para orinar y sin saberlo lo hizo sobre la cara de Diego Cerrojo quien por una carambola del destino al calorcillo del líquido abrió los ojos. Felipe ni siquiera le había visto tenía la vista fija en donde quiera que su amo estuviese hablando. Esteban paseaba con las manos a la espalda, argumentaba una y otra vez.
- …sí, robar al quien tiene para dárselo quien no tiene. Hacer que el pueblo tome su propio destino, como la república romana. Ya que te enseñé a leer deberías leer a Rouseau, a Voltaire, a Montesquieu. Ellos lo ven bastante claro, saben que las naciones las constituyen los ciudadanos, no los reyes, ni los curas, ni los nobles, el destino de los pueblos…
- ¿A Montes quien a dicho usted, señor?
Felipe terminaba su tarea sin mirar siquiera a donde quiera que estaba orinando, de modo que apenas se percató de que Diego estaba allí con los ojos abiertos y viéndole el miembro y el chorrito cayéndole en la cara.
- Pos mire usted señor yo, la verdad es que no conozco a esos señores… ¿los invitó el ama alguna vez a almorzar?
- No, Esteban, no hace falta que les conozca, sino que los lea. Mas ahora, nuestra empresa es encontrar una cuadrilla y echarnos al monte, iremos en contra del poder establecido…
- Y en el monte qué, mire usted mi señor que allí sólo hay garrapatas.
- ¡Te equivocas! En el proscrito reside el corazón del pueblo libre… y quiero advertirte que de ahora en adelante no me llames señor, ni amo, en adelante somos iguales…
- No sé yo si el ama estará de acuerdo.
- ¡No quiero oír ni hablar de mi madre!
- Pero si ella es la que…
- ¡Ni hablar, ¿de acuerdo?!
- Sí señor.
- ¡Y no me llames señor!
Diego resucitaba, se hundió para emerger algo más limpio, se dio la vuelta y gateo entre el fango hasta alcanzar la tierra seca, allí cayó exhausto y aterido de frío. Con mucho esfuerzo y temblando consiguió levantarse, comenzó a caminar y vio un buen sitio, no muy lejano, en donde entrar en calor.
Juan de Dios Martinez, el herrero de manos recias, se reía de su esposa, mira que orinarse por ver a un muerto flotando.
- Si hubieses visto los campos de Flandes, sembraditos de cadáveres, españoles y flamencos, católicos y lo que quiera que fuesen los otros, JAJAJA – reía sin misericordia, al tiempo que subía y bajaba el fuelle simulando cierto acto amoroso y con el cual excitaba al fuego. De repente le dio un retortijón, nada que no podía obrar…
En ese instante Diego Cerrojo, temblón, apareció en la puerta. Al principio la luz recortaba su silueta y Juan de Dios no le reconoció mas en cuanto avanzó con esos caminares de muerto viviente al herrero se le encaló el rostro, ¡Flandes! En Flandes los muertos estaban muertos y no se movían, Diego vino a posarse suavemente junto al horno, recuperando el calor y la vida. De pronto la esposa de Juan de Dios comenzó a reír, eran carcajadas aún más exageradas que las de su marido; un bulto tiraba del pantalón de Juan de Dios hacia abajo, además allí olía mal, muy mal y ella no había sido.
Mientras tanto Esteban Dolores y su criado, perdón su igual, Felipe Romero, más conocido por todos como Feliperro, seguían adentrándose en Sevilla siempre sin abandonar la referencia del río. De pronto en su camino se cruzó una culebra de un metro y Esteban gritó como una niña, Feliperro la tomó y la convirtió en látigo. El animal murió al instante, como vio que su amo aún seguía asustado tuvo a bien tirarla en el río en donde una cigüeña escuálida la tragó en menos tiempo del que se dice.
- Pos no sé qué decirle señor, si le da miedo de una serpiente cómo se va usted a enfrentar al poder ese.
- Es distinto Felipe, tu ignorancia te nubla el entendimiento. Deberías saber que lo que tengo es una manía hereditaria.
- ¿Cómo los cortijos mi señor?
- ¡No, Felipe, no, a los cortijos renuncio, a esto no puedo renunciar, además te he dicho que no me llames señor!
Qué captura, Dios mío, qué captura, Aurelio y su compadre habían pescado un esturión que pesaba lo menos “dos arrobas”. Tantos días sin coger una pieza en condiciones y al fin un pez con el que presumir en la cofradía de los pescadores. Los compadres se reían y cantaban, buscaban el embarcadero para enseñárselo a quien quiera que estuviese por allí. Lo subastarían, mas antes había que darlo a valer y pasarlo por una romana que diese con el peso. Su marca constaría en la pared de la cofradía durante años, Aurelio pensó que era su día de suerte. Por fin iría a la hostería a buscar muchachas con las que revolcarse toda la noche. ¡Oh!, como se iba a poner el sable, brillante como la cabeza de un santo.
- Aurelio, estoy deseando hacerlo dineros.
- ¡Ca! Y yo compadre, subastado, que corra la voz por toda Sevilla, que se enteren los nobles, los hidalgos y quien quiera que tenga plata, si no lo vendo bien vendido no soy hombre.
Cuando llegaron al puerto la gente se arremolinaba para ver la captura, no podían creerlo, era el pez más grande que habían visto. Un niño tocó la panza del animal y de la cola brotaron unas motitas negras, el chaval las cogió y se las llevó a la boca. Hizo un gesto de asco y se fue espantado por una colleja arreada por Aurelio quien además amedrentó a todos los niños que curioseaban.
- ¡Y el niño guarro, comiéndose la mierda del pez! ¡Anda y ve y cómete una… !
- ¡Os lo compro! – dijo un caballero indiano
- No se vende todavía, vamos a hacer una subasta.
- Os doy cien reales de a ocho.
A los pescadores se le encendieron candilejas en los ojos, pero al instante sembraron a avaricia y les floreció en las sonrisas. Si este tipo les daba cien reales es que valdría diez veces eso.
- Lo siento, no está a la venta, de momento, lo subastamos esta tarde. Cuando todo el mundo pueda verlo.
- Lo siento señores yo sólo pago la frescura.
- Lo siento yo, este pescado se come incluso una semana después de pescarlo. Y eso lo digo yo que soy pescador y entiendo de pescado o no soy hombre.
El caballero indiano se marchó y los compadres se lamieron los bigotes, qué negocio, Dios qué negocio. Saltaban de alegría y bailaban. Cogieron su pieza entre los dos como quienes transportan una viga y comenzaron su paseo por las callejuelas. Daban voces para que la gente se asomase y en efecto llevaban un amplio séquito, y la gente aplaudía como si en realidad pasase el mismísimo rey por sus calles. En un momento dado Aurelio extasiado dejó la pieza a su amigo y comenzó a bailar. Una hora después en toda Sevilla sabían que subastarían la pieza en la cofradía por la tarde.
- ¡Mira, la hostería de Cristófano! – dijo Aurelio.
- ¡Deja! Allí no entro que es una pocilga y las putas pegan bichos.
- Pos a mí me da igual esta noche la pongo en remojo, jejejeje, compadre, en remojo, cojo a una y le hago ¡toma! jejejeje – reía mostrando su sonrisa mitad desdentada, mitad mohosa.
Al decir ¡toma! asustó a un mulo marrón amarrado a una argolla y cuyas ojeras le servían de toldo, que comenzó a cocear, de tal manera que el pobre Aurelio se giró con tan mala suerte que se le cascó la hombría. Aurelio aullaba, su compadre se desentendió del pescado e intentó ayudarle. Ambos corrían en busca de un médico y con los nervios dejaron al esturión secarse al sol. Cinco minutos después el pez era transportado en procesión por varios niños uno de los cuales aseguraba que la mierda del bicho dejaba un buen regusto.
Un buen rato antes Esteban Dolores y su amigo Feliperro, caminaban sin rumbo por Sevilla. Esteban seguía buscando gente dispuesta a echarse al monte y combatir la desigualdad social. Feliperro era más simple, quería comer, dormir y andando con suerte mojar un poco. Ambos era muy diferentes Felipe era delgado y alto, mientras su amo era ancho y cabezón, no obstante se afeitaba y se arreglaba de tal modo que conseguía ennoblecer sus facciones, todo lo contrario que su criado a quién los pelos le vestían los brazos y le subían por el cogote hermanándose con los de la barba, por cierto, pringosa y sucia. ¡Ah! Si estuviera por aquí Santorcaz… El caso es que amo y criado discutían, Feliperro tenía demasiada ropa para la época en la que estaban y Esteban quería que se la quitase.
- Por nada del mundo mi señor, que con el sudorcito encuentro el frescor.
- Bobadas, cualquiera que te vea dirá que estás loco.
- ¿Y quién no está loco?
En ese momento pasó delante de ellos una bella señorita llorando desconsolada y diciendo
“soy fea, soy fea” para después pasar un bachiller susurrando casi para sí “¿pero qué he dicho? ¿Qué he dicho?”
- Ve señor, todo el mundo está loco, usted quiere que lea a un tal ruso, a un tal vuelta aires y al montes no sé quién, a ver si eso no es de locos, su madre que lea la biblia, que a mí me da mucho miedo, y…
- ¡Calla! Mira eso… - dijo señalando un antro al parecer concurrido - es perfecto.
- A ver, la Hos-te-rí-a de Cris-tó-fa- fa-no Bu-t-ta-re-lli. La hostelería de Cristofafano butetareyi.
- Debe estar sembrado de granujas. Es perfecto para nuestros propósitos.
- Por mí señor será perfecto estando sembrado de morcillas, chorizos y tocino…más me gusta esto que irme al monte por que lo diga el tal Montes Quien.
- ¡Entremos! ¡Y no me vuelvas a llamar señor!

25 comentarios:

  1. MADRE DE DIOS¡!...MENUDO VIAJE EL DE DIEGO CERROJO POR LAS AGUAS DEL GUADALQUIVIR,Y ENCIMA UN PROYECTO DE BANDOLERO QUE NO TIENE OTRO SITIO MEJOR DONDE RECLUTAR QUE EN LA MISMISIMA HOSTERIA...HABER QUE PASA¡!...PUFF,COMO ENTIENDO A LA FEA.

    MANUEL,TE VEO CON MUCHAS GANAS,UN SUPER CAPITULO CON MUCHAS INCOGNITAS Y BIEN PREPARADO PARA DARLE MUCHA FAENA A LA BRUJA JAJAJAJAJJ.

    UN BESAZO PARA TOD@S.

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  2. ¡Bravo! ¡Bravísimo, Manuel! Te has venido con tó :)

    Menudo capítulo, muchos personajes nuevos, vamos a ver qué desbarajuste harán en la hostería, que para eso está abierta las 24 hs, y rebosante de gente variopinta, jajajajaja

    Oleeeeeee y oleeeeeee, niño.

    Besazos :)

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  3. ¡Qué pedazo de capítulo! Y el pobre Diego Cerrojo que ni se enteró de todo lo que le han hecho creyéndolo muerto... ¡Mi Dios!

    Y para colmo... todos llegan al único lugar donde se podrían encontrar ¡la hostería!

    Muy bueno Manuel. Quiero saber cómo sigue... :)

    Besos a todos!!!

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  4. Esta es una vuelta con todo el empuje. ¡Qué cantidad de personajes nuevos!

    La hostería promete nuevamente y eso es buenísimo.

    Felicitaciones por este capítulo.
    Besos a Lili y abrazos a Manuel y a Salmorelli.

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  5. Mary, prometo no poner una entrada tan larga jamás. Oye, por cierto, ¿te has mirado alguna vez en las aguas de un río?
    Mejor, no lo hagas nunca.
    Gracias por el palabro que me estás dedicandooo.

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  6. Te lo advertí Lili, ahora remanga a tus personajes que lo van a necesitar.
    Aunque creo que la que se ha de preparar es la...

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  7. Sí, Nirvana, tienes razón la hostería es el único lugar en dónde se podían encontrar. Aunque no temas, apenas dejaré dos personajes y un tercero que aparecerá más adelante y será tan molesto, aunque por otros motivos, como Casiana.
    Gracias por estar siempre ahí, un abrazo.

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  8. ¡Hombre Charly! Cuanto me agrada verte de nuevo. Como he dicho arriba tan sólo dejaré dos personajes, el bandolero y su criado. Con esos dos y los de mis compañeros bastará para liarla.
    Un abrazo y gracias por tus palabras.

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  9. MANUEEEEEEEEEEEEEE¡! ME .... .. TUS .....S,.......OOOOOOOOOOOOOO¡!

    PERDONARME COMPAÑER@S

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  10. MARIIIIIIIIIIIIIIIIIII!! DEJA A MANUEEEE EN PÁ MI NIÑA... JAJAJAJAJA

    MANUEEEE, QUE SE VA A PREPARÁ ESO NO SE DISCUTE, OLEEEEEEEEEEE :)

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  11. CLARO COMO ES TU COMPI¡¡¡¡¡ AMI QUE ME ONDULEN,¿NOOOOOOOO?...NIRVANA,ECHAME UN CABLE ANDA.

    MANUÉ, QUE CEPA QUE CI UNA CERVIORA CE MIRA EN ER RIO, ER AGUA CE GUERVE POTABLE XAVA JAJAJJAJJAJAJAJ.

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  12. ¡Vaya! Llego para leer semejante capítulo donde aparecen unos muchos personajes que aún debo asimilar, y además me encuentro con una rencilla en las afueras. Jajajaja

    Niños, qué son estas pullas!

    Manuel, te has lucido con este capítulo.

    Besos para las damas y abrazos para vosotros.

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  13. Gracias Linux, extrañaba tus palabras. No temas por la abundancia de personajes solamente dejaré a dos, Esteban y Felipe.
    Por la guerra entre Mary y yo no te preocupes, es habitual, además siempre gano yo. Jjejee.
    Un abrazo.

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  14. ¿que siempre que??????? lo tuyo fue una pedrá de pequeño pixa jajajajj.perdón quillo¡!

    Todo controlado Linus :O)

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  15. Hola es la primera ves que veo tu blog es interesante tengo que ponerme al día con esta historia tan atrapante, fue un placer visitar tu blog, me encanto.
    besitos para ti

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  16. !Ay por Dios, qué capitulillo tan larguísimooo, Manuel, velay!, aunque eso sí, que te ries a rabiar, que entre el viajito de Diego Cerrojo rio abajo -que la pñobre criatura no se entera de ná, pero que menudos samaritanos que le van saliendo al paso- y la cantidad de cosas que le suceden a tantos personajes, la Hosteria entre los revolucionarios-bandoleros, los pescadores y el herrero, su mujer y el problemilla de la evacuación... va a estar como la Seguridad Social, con una cola de a medio kilómetro, o bien tós a dentro pero como piojo en costura, !ya oigo al Buttarelli frotándose las manos! ¿lo oyes no, Manuel?
    ¿Y oyes también los aplausos y los vivas de los parroquianos a los que, por supuestisimo me uno?... !viva, genial!, la hosteria está que yerve toa !genial Manuel!

    Un besote gordisísimo y sonoro a tod@s

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  17. hey, me tengo que poner al día, primero he bebido unas jarritas de cerveza, bueno, jarras, vale pero me alegro de haber encontrado este lugar, hips, ... qué buena está la cerveza, el chorixo...

    un abrazo y hasta pronto

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  18. Hola,bellísimo texto,gracias por compartirlo,te encontré en un blogg común, si te gusta la poesía te invito al mio,será un placer,es,
    http://ligerodeequipaje1875.blogspot.com/
    muchas gracias,buen día,besos.

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  19. Esta vez mi comentario no es para regañar a nadie,más bien es un encargo que yo muy gustosamente lo hago...he hablado con mi amigo Manuel,ya sabeis ese que se le llena la boca diciendome FEA,(´fué un tochazo que le dierón en la obra,desde entonces se le quedarón los ojos mirando pá cuenca y no percibe bien mi belleza),bueno al asunto, ME PIDE QUE OS PIDA DISCULPAS POR NO ATENDER LA POSADA COMO SE MERECE LA VERDAD ESQUE EL RELOJ DE SU VIDA TENDRIA QUE TENER 33 HORAS Y AUN Y ASI NO SÉ SI TENDRIA SUFICIENTE,PERO,¿ SABEIS UNA COSA?,QUE CON TODO LO QUE TIENE QUE HACER EN SU DIA A DIA,PUEDE QUE LE ROBE EL TIEMPO QUE NOS DEDICA A NOSOTROS HACIENDO ACTO DE PRESENCIA EN SUS BLOGS PERO REALMENTE SIEMPRE NOS TIENE EN SU PENSAMIENTO POR QUE EL AL IGUAL QUE NOSOTROS NOS ECHA MUCHO DEMENOS...ME CONSTA.

    Manuel, tranquilo y no te agobies que tus seguidores fieles estaremos aqui el tiempo que haga falta para esperar tu regreso...Liliana y Tomás estan de igual manera y esque la fama es lo que tiene que tampoco os libra de vuestras obligaciones.

    Un beso muy fuerte para todos.

    La fea,tú fea, Manuel :O)

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  20. ADEMAS DE FEA TONTA JAJAJAJ,SE ME OLVIDABAAAAAAAAAAA, FELICES VACACIONES A TODOS Y LOS QUE NO LAS TENGAN QUE SEAN FELICES IGUALMENTE.

    UN BESAZO COMPAÑEROS :o)

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  21. !Vaya Marita, de fea nada, y de tonta menos, eh!,
    muchas gracias corazón por tus palabras, sé perfectamente lo liadísimo que está Manuel, y, que aqui nos tiene Manuel y Lili y Salmorelli, que no pasa ná, que esperamos lo que haga falta, porsupuestisimo.

    Un besote bien gordísimo, guapetona (y para tod@s los demás, otro besote de los gordísimos)

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  22. Te invito a seguir mi blog nuevamente:

    http://simplementemamarrachos.blogspot.com

    Totalmente renovados!

    *leizito

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  23. CHICOS QUE TENGO INFORMACIÓN DE PRIMERA MANO¡!...UN PAJARITO QUE SU NOMBRE EMPIEZA POR "L" ME A DICHO QUE PRONTO HARÁ SU NUEVA ENTRADA, ASI QUE NO DESESPEREMOS QUE PRONTITO ESTA HOSTERIA VOLVERA A COBRAR VIDA....SI ESQUE NUESTROS ESCRITORES ANDAN MUY ATAREADOS, PERO BUENO YO SIGO ESPERANDO LO QUE HAGA FALTA Y ¿VOSOTROS COMPAÑEROS?....BESITOS PARA TODOS.

    EYYYYYY¡! QUE SOY YO, LA DE SIEMPRE, ME HE CAMBIADO EL PERFIL MOMENTANEAMENTE POR QUE MI AMIGO SALMORELLI SE MERECE TODA LA PUBLICIDAD QUE SEA NECESARIA PARA LA PROXIMA PRESENTACIÓN DE SU NOVELA,"LA MACULA PURPURA" EN BARCELONA...Y POR CIERTO,HABER SI PODEIS HACEROS CON EL LIBRO DE RELATOS CORTOS DE MANUEL "ROPA DE DIARIO" ,(ES UNA PASADA,ESTA GENIAL)...VENGA LILIANA QUE YA PRONTO ESTOY HACIENDO PUBLICIDAD DE TU NUEVO POEMARIO QUE ESTOY SEGURA QUE SERA UNA CAJITA DE SORPRESAS SUPER DULCES.

    Bueno, mucha suerte para cada uno de nuestros escritores en sus proyectos y que nunca dejen de SOÑAR PARA HACER SOÑAR a sus seguidores como lo hacen siempre.

    Besitos para tod@s.

    Mary.

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  24. Angelpoetico.com te invita a publicar tus escritos en su espacio de poemas, reflexiones, aforismos y relatos.

    No dudes en escribirnos. Una vez aprobado, podrás publicar y ser leíd@ por nuestro creciente número de seguidores.

    Te esperamos.

    Saludos cordiales.

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  25. AAAAAAYYY, MARITA, QUE ME DERRITO DE LA EMOCIÓN, GRACIAS MI REINA :))
    SI NO FUERA POR LA SECRE QUE TENEMOS EN COMÚN, NO SÉ QUÉ HARÍAMOS...

    BESOTES A TODOS, YA VENDRÁ EL PRÓXIMO CAPÍTULO.

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Bienvenidos a "La hostería de Cristófano Buttarelli". Es un honor recibirlos con un vaso de tintillo y todo nuestro afecto. ¡Gracias por vuestra visita!