lunes, 13 de abril de 2009

Capítulo XII: La segunda huida




Ya ha llegado don César de Ayala a la par de doña Mariana y el forastero. Lejos de estar atemorizados, una sonrisa burlona cruza sus caras. Doña Christiane ya se ha alzado con la bolsa de monedas que su amado le ha encomendado y con el pistolete en la diestra baja rauda las escaleras dándose de bruces contra el grupo.
Una nube negra se cierne sobre sus ojos y ve de pronto el peligro reflejado en aquéllos que están junto a don César. La angustia la invade y tercia en el acto.

Mi señor ¡Subid conmigo! ¡Alejaos de estos dos que están cubiertos por el frío halo de la discordia y el secreto! Los he visto en la imagen de su propia alma oscura…

Y vosotros traidores ¡Atrás! ¡O como que me llamo Christiane de Les Champs que os descerrajaré un tiro entre los ojos! No os saldréis con la vuestra, que ni vosotros ni cien relojes encantados podrán con el amor puro que nos profesamos con don César.

Don César atónito, se pone a la par de su amada. Doña Mariana y el forastero han cambiado su sonrisa por un rictus malévolo y con los ojos centellantes de rabia al verse descubiertos, no atinan a moverse.
Aprovechando este momento, don César coge la mano de Christiane y suben presto hasta los aposentos del caballero, echan la llave y se apresuran a saltar por el balcón justo antes que los traidores y los hombres de la Santa Inquisición, suban los últimos peldaños y lleguen a la puerta.
Los enamorados caen del otro lado del muro de piedra sobre un colchón de hierbas secas y con la agilidad que da la cercanía de la muerte, se levantan prestamente y corren una vez más al bosque que ya una vez los ha salvado.

Mi señor, en verdad os digo que mis mancias nunca me han defraudado, es por eso que cuando os di el reloj de don Jaime para que lo arrojarais, en verdad sólo os entregué el pañuelo con los guijarros envueltos. Espero que comprendáis que mi intención fue salvaros la vida, sólo de esa manera os pude decir una cosa por otra.

¡Aquí está el verdadero reloj! Cogedlo y llevadlo vos de ahora en más, pues él será nuestro salvoconducto para escapar de estos bellacos.

Os propongo que nos escondamos entre las zarzas del bosque hasta que la noche se haga nuestra compañera y la luna que hoy es nueva, nuestra cómplice. Luego nos deslizaremos hacia el puerto y cogeremos el barco hacia las Indias.

Don César mi señor, nada ni nadie, ni de éste ni de otro mundo podrá separarnos puesto que el verdadero amor vence todos los infortunios y las malas artes que descansan sobre la tierra.

Acercaos, estoy cansada. Mi cabeza reposará sobre vuestro hombro acunada por los latidos de mi corazón…



El reloj está en poder de MariAna y Marco.
Nada puede hacer cambiar su destino en esta historia, ellos son almas gemelas y la brujeria de Christiane no tiene ningún poder contra ellos.
Aunque una mano negra esté manipulando la información a su conveniencia en esta historia.
La brujería nada tiene que ver con el amor, ni la promiscuidad tampoco.
Así que don Cesar cuando se vea sin su reloj montará en cólera y volverá a ser quien era.
Marco y MariAna desaparecen con su reloj y dejan la Hosteria.


Mis personajes se han apoderado del reloj, ¿quien puede creerse que unos personajes con poderes sobrenaturales no pueden vencer a los personajillos de un relato cualquiera? jejeje
Yo, MarianGardi, le dí vida a la idea del relato, como dí vida a mis personajes, si hay alguien que quiere imponerse a la propia historia fantástica del relato, eso es imposible, porque mis personajes ya tienen vida propia y ni siquiera la muerte podría con ellos.
Ellos, en esta historia son los actores principales, dominan el tiempo, era normal que dominaran el relato, si alguien no lo vio así, lo siento por él o ella. ¿Ignoro quien es la mano manipuladora?
Mis personajes tenían un destino y un propósito y ellos lo han cumplido, es imposible luchar contra ellos, porque ellos son inmortales.

¿Qué genial idea tenían para seguir la historia? ¿Quizás don Cesar se regeneraría? ¿Cuando el personaje de don Cesar no cree en nada, ni siquiera en el amor?
Cuando don Cesar no cree ni en la posibilidad de que sea cierto lo que le cuenta MariAna.
¿Pretendían dar la vuelta a los personajes y ahora MariAna y Marco eran los malvados?
MarianGardi no podía permitir esta injuria, sus personajes no son los malvados, ni los manipuladores de la historia.

9 comentarios:

  1. "Acunada por los latidos de mi corazón"
    precioso Liliana,precioso...

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  2. Señores relatistas, alguien está manipulando el relato y cuando escribo algo lo borran y ponen a su conveniencia.
    Les recuerdo que yo fui quien dió la idea de escribir siguiendo una historia, y quien inventó el tema, si ustedes no quieren avenirse a la idea del relato fantastico y prefieren la lucha entre rufianes y la brujeria.
    Mis personajes se van con su relog encantado y queden ustedes con su propia historia.
    Un abrazo

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  3. Hola Marian: nadie ha quitado lo que has escrito, amiga, todo está editado que yo sepa. Lo único que pasó es que quedó en la anterior entrada, como se viene haciendo.
    Y a mí se me dijo que continuara la historia, pero nadie me habló de que debía hacerlo de una u otra manera.
    Nadie te quita el mérito de tu idea, que por cierto hace muchísimo tiempo que se viene haciendo (en el taller literario de la Nave fue y volvió también lo hacemos) y dicha idea viene de Francia donde se conoce con el nombre de "Cadáver exquisito". Cuando alguien toma el relato le da a los personajes el giro que desea, por lo menos eso tenía entendido yo.
    Lamento haberte molestado, no era mi intención.
    Un abrazo.

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  4. Hola Liliana, en la anterior entrega, puse incluso la foto de mis personajes y alguien la borró, como borró la mitad del contenido del mensaje, que por cierto ahora está puesto de nuevo.
    Si cada uno le da a los personajes el giro que desea, se podia respetar el giro que yo deseaba darle a los mios, es lo justo.
    Si fuiste tú quien borraste la imagen y la mitad del mensaje no es que me molestases, es que deberias de haber respetado, porque yo no osaria borrar lo que tus personajes dicen.
    Tampoco tiene demasiada importancia.
    Un abrazo

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  5. ¡Ah! Y otra cosa que no me ha gustado Liliana, es que quisieras hacer pasar a mis personajes por malevolos y ésto no lo negaras: "Doña Mariana y el forastero han cambiado su sonrisa por un rictus malévolo y con los ojos centellantes de rabia al verse descubiertos, no atinan a moverse".
    Es imposible tildar a mis personajes de malevolos, cuando ellos aparecieron por una causa noble en el relato.
    Esto es una incongruencia que jamás deberia hacerse al escribir un relato ya que se atenta contra la inteligencia de los lectores.
    Abrazo

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  6. Marian:
    Bajo ningún concepto he quitado o modificado tu texto o tus imágenes, no soy ese tipo de personas, ni tengo tiempo para eso. Trabajo toda la noche en un hospital y sólo pretendía amenizar mis ratos libres.
    En cuanto a los personajes ¡Son eso Marian, personajes! No trataba de molestarte en absoluto, si quisieras hacer pasar al mío como el peor, podrías hacerlo, el arte está justamente en ver cómo me las arreglo yo para volver el rumbo.
    Por Dios, Marian, que el personaje no te atrape y te haga creer que sos vos, amiga.
    Esto debería ser gracioso (por lo menos a mí me lo parece).
    Hace cuarenta años que escribo y nunca me había pasado esto, lo lamento de todo corazón, las letras deben unir, nunca separar.
    Un abrazo.

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  7. No nos van a separar Liliana, por encima de los personajes estamos las personas jajaja
    Pues entonces quien ha borrado la imagen habrá sido el rufian de don Cesar jajaja
    Un fuerte abrazo Liliana, amiga y compañera de letras

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  8. ¡Pero claro Marian, de eso se trata! Celebro que vuelvas a ser la Marian divina que conozco... de todo corazón.
    En cuanto a las imágenes, yo coloco sólo las de cabecera, he desistido de ponerlas en medio del texto porque me pasa lo mismo que a César, me vuelven a la cabecera y no sé cómo hacerlo de otra manera. Sea como fuera, a quien le haya pasado seguramente ha sido involuntario.

    Un beso grande amiga, la magia de las Letras puede hacer y deshacer tantos entuertos como don Quijote.

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  9. Me alegro que todo esté aclarado y todo sea un mal entendido,y ahora poneros las pilas que el relato continua.

    Dos escritoras como vosotras no se pueden permitir perder el tiempo.

    Un beso para las dos...

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