martes, 14 de abril de 2009

Capítulo XIII: Rumbo a las Indias


¡Allí don César! Ya veo la arboladura del San Vicente.
¡No desfallezcáis capitán Perottinni! Poco trecho nos separan de nuestra libertad. ¡Corred por nuestras vidas!

Con un último y descomunal esfuerzo el trío llega exhausto a la planchada de la nao donde es socorrido por el capitán Fuste y sus hombres. Perottinni cae desmayado y es rápidamente depositado sobre un camastro para ser atendido.

Don César, quien ya no puede sostener el peso de su amada merced a la agobiadora carrera, la baja suavemente como quien manipula un cristal presto a romperse y con un dulce y tierno beso le susurra al oído esas palabras mágicas que sólo un hombre enamorado puede decirle a su mujer…

Ya hemos llegado, Vive Dios, la Virgen de los Mareantes ha estado con nosotros. Y vos, Fuste, ¿os acordáis de Perottinni, Luiggi Perottinni, el de arcabuceros? Pues es ése que está en la camilla. Y no busquéis más la dentadura incorrupta del capitán Menéndez, aquella que buscaba todo el tercio, él la tenía. Cuidadlo y dadle buen caldo cuando despierte, y por todos los santos del cielo, no consintáis que se acerque a esta dama. Partid cuanto antes, Fuste, que nos sigue el Santo Oficio.

Fuste, descompuesto, mirando a todos lados, sube a la nao y la emprende a voces con los marineros, que se afanan en soltar cabos y levar anclas. La mañana sevillana es celeste como el recuerdo de la playa en el sueño de Christiane, que yace dormida en otra camilla, sobre cubierta. Poco a poco, tan lentamente como sopla el viento en el puerto, tan trabajosamente como las lanchas ayudan al San Vicente a zarpar, a golpe de remos, la nao se pone en marcha, entre las voces de los marineros y la bullanga de la gente que se agolpa en el puerto despidiendo a los viajeros. La marinería, en los empalletados o subida a las jarcias, agita pañuelos y clama a la Virgen rogando un buen viaje.

Desde popa, abriéndose paso entre la muchedumbre, Fuste ve llegar a la procesión con el Cristo que estaba prevista en la despedida. No es momento para procesiones ni hisopos de curas. Por el otro lado, de una forma más precipitada y violenta, ve también a un grupo de hombres que se abre paso a empujones. Al ver sus capas negras lo tiene claro: la Inquisición. Y apremia a los marineros, muchos de los cuales están buscados por diversas causas y ponen todo su esfuerzo en salir de allí cuanto antes. Perottinni, abatido en la camilla por el cansancio y los golpes, nublada todavía la razón por la reyerta y el vino de la noche anterior, de nuevo la emprende a gritos: ¡Mi espada, voto a bríos! ¡Mis pistolas! ¡Vivan los tercios…!

Pero ya es tarde para la Inquisición y para la venganza de Luiggi Perottinni. El barco ha zarpado rumbo a las Indias, a un mundo nuevo lleno de esperanzas y de peligros. Atrás queda la torre donde estuvo encerrada doña Christiane, el pueblo donde quisieron quemarla por bruja y su estirpe de sangre azul como el cielo, el pasado oscuro de don César de Ayala, los tercios, los mil lingotes de oro, la inquisición y la pierna incorrupta de san Agilolfo. Una puerta infinita como el océano se abre a los que apuestan por el amor y por la vida, por olvidar el pasado y galopar sobre el caballo de la libertad por las infinitas praderas del Nuevo Mundo.

16 comentarios:

  1. ¡¡Felicitaciones César!! Estupendo final para la historia. Me encantó.
    ¡Sos un narrador nato! No por algo has recibido tanto premio... :-)
    Cariños.

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  2. GENIAL!!!!!!! Me he divertido mucho,ya espero ansiosa la siguiente.

    Un besazo a todos.

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  3. ¡Gracias mari! Ojalá te animes a ser parte de esa historia... ¿Qué te parece?

    PD: Yo también me he divertido en grande. Jajaja

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  4. Liliana,que pinto yo entre tanto maestro????
    Yo prefiero escucharos desde la mesa del rincon de la hosteria.

    Empezar pronto!!!!!!!

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  5. No digáis dislates, doña Mari, vive Dios, que aquí en esta taberna no hay maestros, salvo el hambre y la necesidad. Los piojos, ésos son los verdaderos maestros de la humanidad, los únicos que yo conozco, que a fe mía me lo han enseñado todo y... pardiez, que hay piojos en este barco.
    Animaos y participad en la próxima.

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  6. Don Cesar,vive Dios,mientras piensa que hacer con los piojos,porque no se da una vuelta por otros mares,que andan olvidados???

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  7. ¿Sabes, Marian? Escribir es tal vez la experiencia más explosiva y contradictoria que he tenido en la vida. Por un lado embriagadora, por el otro trágica. Y la tragedia aparece cuando llega el final de las historias, sí, porque con ellas llega el final de los personajes que uno creó, aquellos personajes que fueron uno mismo durante algún tiempo, con seguridad los que uno creyó ser, tal vez los que en la trastienda del alma, donde los deseos ocultos se remansan tranquilos, deseó uno ser. Los personajes mueren con el fin de las historias dentro del escritor pero no mueren para el lector, allí permanecen vivos, es como cuando el cuerpo muere pero el alma perdura en un lugar que nunca volverá al cuerpo. Y cuando eso pasa, cuando uno tiene que decir adiós para siempre a un personaje que uno engendró, uno se siente triste.

    Cuando hace un rato César de Ayala habló a Mari, aquí, en comentarios, comprendí que ya había muerto, que le hablaba como un difunto a un vivo. Sólo entonces lo asimilé. Hasta entonces no me resignaba, porque yo había pasado muy buenos ratos dentro de su piel y no quería reconocer que había muerto en el momento de subir al barco. Pero sí, como personaje, ha muerto dentro del escritor, y eso para el escritor es siempre triste.

    Quiero decirte que siempre he guardado un respeto reverencial por tu personaje porque lo sabía parte de ti, y también sabía que el día que lo perdieras, en algún rincón de tu corazón, te sentirías triste, y te felicito por la forma en que lo has defendido. Demuestra que lo has amado y eso es lo importante. Es lo principal que debe tener un escritor. Espero seguir disfrutando de todos aquellos personajes que sin duda vas a seguir creando. Un fuerte abrazo.

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  8. Pero Don Cesar,para eso estamos vuestros lectores,para mantenerlos vivos y mas si de alguna manera han formado parte de nuestras vidas,yo jamas me atreveria ha enterrarlos,simplemente este surcando otros mares y quizas se tope con John W.Hawker,no le parece??

    Un beso Don Cesar de Ayala..

    Perdón por meterme en tu combersación,con Mariam

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  9. Nada, Mari, por Dios, me alegro mucho, y llevas razón, aunque por el bien de Ayala espero que no sea así, jajajja.
    Un besote.

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  10. Mi buen amigo, claro que podeis contar conmigo, me gusta participar, es interesante como ejercicio literario, nos impulsa a la inventiva.

    La trama va surgiendo cuando se siguen las pautas que o bien los personajes en sus dialogos van proponiendo, o bien el narrador va ofreciendo pistas de siguientes actuaciones.

    Al trabajar en equipo hay que ser colaboradores, no se puede dejar a un personaje aislado y no seguir la información que él o el narrador van adelantando en el relato. Eso es no seguir un guión, un hilo conductor, sino que cada personaje va por su lado y eso es lo que habeis hecho con Mariana, la dejasteis aislada, pero si seguisteis la idea del reloj, porque os atraeria más que la idea de venir del futuro y no quisieron incluir elementos fantasticos (eso no me gusto nada, no vi colaboración).

    En cuanto a lo que se dijo sobre la malevosia de mis personajes fue el narrador quien lo nombró, eso no es correcto, si acaso lo dice el personaje si lo hubiera sido, un personaje a otro puede pensar lo que quiera, el narrador se tiene que ajustar al hilo de la trama.

    Yo no me identifico con las historias de aventuras sin más, por mucha acción que lea en ellas, mucha acción tienen las peliculas del agente 007 (las primeras eran buenas) donde el personaje parece de goma y no se cansa nunca, ya puede caerse de un sexto piso que rebota. ¡Qué horror! como me aburren.jajaja

    Si es pelicula o literatura de realismo mágico (neofantasia) ahi puede haber un personaje que rebote o se convierta en una pelota en si mismo, porque en la mágia todo es posible.
    Un abrazo

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  11. Cesar, es bien cierto que a los personajes se les coge cariño, son hijos del escritor, nos hacen amar, odiar, reir o llorar con ellos.No olvides que tengo dos novelas escritas y mis personajes me gusta crearlos profundos sicologicamente, con retales de muchas vidas y sapiencias.
    Un abrazo

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  12. No quisiera ser reiterativa, pero en un trabajo común "nadie puede imponer a nadie un hilo conductor", cada uno es quién quiera ser. Para plantear temas que nos gusten particularmente, cada uno de los participantes tenemos nuestro propio espacio.

    En este momento que soy representante por Argentina de un Jurado Internacional y cientos de relatos pasan por mis manos, lo que menos recuerdo son mis propios libros ni los premios que gané: hay un factor común y universal que es el de no estar sujetos a ningún esquema personal. Eso es lo que cuenta.

    César, una vez más tengo que decirte que el valor de tu narrativa supera ampliamente mis expectativas. ¡Un lujo!

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  13. Bueno, mis muy queridos acompañantes de letras, ha sido un placer llamar a la puerta de la Hostería y disfrutar de ese mal vino en compañía de vuestras mercedes. Espero que no tardéis en comenzar una nueva aventura que sirva para dejar salir, de nuestras mentes, a los cientos y cientos de personajillos que a diario golpean el coscorron de nuestro craneo, para tomar aire. Un abrazo a todos.

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  14. Querido Salmorelli, he disfrutado en forma de Perottinni, cada entrada suya me ha hecho lanzar una carcajada con su pasión descontrolada. Un personaje que se ha hecho querer con ganas.
    Ha sido un gusto haber compartido con vos este espacio y espero que los próximos.
    Un gran cariño.

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  15. Liliana, comprendo que tu conozcas más que yo de relatos.
    Yo sólo he hecho dos cursos de escritura, aunque no es necesario saber demasiado para comprender que una trama tiene que llevar una lógica, mi personaje quiso interactuar con los otros personajes que habia en escena y propuso la aventura del reloj, este personaje del futuro sabia demasiadas cosas ¿cierto? luego como no había más personajes tuve que inventar otro, porque mi personaje se quedó sólo.
    Cierto es que esto es más un juego que otra cosa y asi hay que verlo.
    En el próximo relato cuando ustedes comienzen una historia, veré que personaje elijo, si la historia me atrae y si no esperaré a la próxima.
    Un fuerte abrazo

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  16. De hecho mi genero preferido no es la literatura de aventuras historicas, ni para leerlas, ni para escribirlas. Me decanto más por la literatura contemporanea, intimista, social, con pinceladas de realismo mágico.
    Mi genero es la neofantasia, también la ciencia ficción. Me atrae más el futuro que el pasado, más la inventiva que la documentación.
    Otro abrazo

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